CitarSe guiaron por la placa del vehículo que voló 200 metros.

Esparcidos en un radio de 30 metros y cubiertos por una densa neblina fueron encontrados ayer los cuerpos de Luisa Rojas Morales, Marcelo Rollano Soraide, Álvaro Molina Cardozo, Víctor Quispe Alanoca y Danilo Choquevillca, a 150 metros de profundidad en el sector denominado la Boca de Sapo, sobre la carretera entre La Paz–Unduavi.
La placa del vehículo Nissan Murano, 2250 HAD, de propiedad de Víctor Quispe, fue la pieza clave para que los rescatistas del grupo Bersa hallaran los cuerpos de los cinco. La identificación del coche estaba a unos 50 metros del lugar, donde permanecían los cuerpos.
Los funcionarios de la Administradora de Servicios Portuarios Bolivia fueron vistos con vida por última vez el pasado 31 de diciembre, alrededor de las 03.30, en San Pedro.
OCHO DÍAS. Después de ocho días de intensa búsqueda, los cuerpos de Marcelo Rollano y Álvaro Molina fueron los primeros en ser rescatados de la pronunciada pendiente por los policías.
Posteriormente, a 10 metros de distancia, se halló el cuerpo de Luisa Rojas. Los cuerpos de Víctor Quispe y Danilo Choquevillca fueron los dos últimos en ser ubicados.
Uno de ellos tenía el cuero cabelludo levantado y otros sufrieron la explosión de la masa encefálica. "Era espeluznante", dijo el mayor Amílcar Sotopeña, mientras los cuerpos de las víctimas eran llevados en camillas desde la pedregosa y filosa pendiente hasta una explanada desde donde siguieron su trayecto.
LAS IDENTIDADES. Los coroneles Jorge Toro y Roberto Campos afirmaron que la identidad de los cinco cadáveres corresponde a las personas que estaban buscando.
Toro recordó que las cinco víctimas asistieron a una fiesta un día antes de la tragedia y en la madrugada del 31 de diciembre decidieron viajar a Coroico, Nor Yungas, pero jamás llegaron a destino.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, se presume que la vagoneta en la que viajaban se salió de la carretera en una curva, por exceso de velocidad, y se despeñó unos 300 metros de profundidad quedando totalmente destrozada.
FALLA HUMANA. El coronel Victorino Tórrez, jefe de la División Accidentes del Organismo de Tránsito, explicó que una de las primeras hipótesis que se maneja es la falla humana. "Hasta el lunes tendremos un informe técnico preliminar para establecer las causas del siniestro en el que fallecieron las cinco personas".
Entretanto, una romería de familiares llegó a la morgue del Hospital de Clínicas, hasta donde fueron trasladados los cinco cuerpos.
Los familiares, presas del llanto, se excusaron de hablar de la fiesta de amigos que se convirtió en tragedia para sus seres queridos fallecidos y en un calvario para ellos.

80 efectivos de la Policía participaron en la búsqueda y rescate de los funcionarios de la ASP-B en  La Paz.

"LA LLAVE ESTABA EN EL CONTACTO DEL AUTO" Cuando se siniestró. El coronel Roberto Campos, director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), informó que una de las pruebas importantes para determinar que las cinco personas sufrieron un accidente es el hecho de encontrar la llave del vehículo en el contacto.
"Una de las evidencias más concretas, cuando se llegó al lugar del hecho y se ubicó el vehículo, fue la llave de contacto, que se encuentra en estado de prendido; eso significa que el vehículo se embarrancó cuando estaba en pleno funcionamiento".
Con estas pruebas, todo apunta a que los cinco jóvenes sufrieron un accidente de tránsito. La autopsia revelará si las víctimas se encontraban en estado de ebriedad al momento de sufrir el fatal percance carretero.

A 40 MINUTOS DE URUHARA perdieron el control y se precipitaron con el vehículo. La Policía encontró los cuerpos de las cinco personas desaparecidas y el vehículo en el que viajaban en un barranco a 40 minutos del puesto de control de Uruhara, camino a los Yungas.
El comandante de la Unidad de Bomberos de La Paz, Juan Carlos Flores, informó que el motorizado fue ubicado en proximidades de la Boca de Sapo tras una intensa búsqueda para ubicar a las cinco personas.
"Estaban a unos 20 minutos de la Cumbre, el Cristo, y pese a la neblina se pudo encontrar los cuerpos de las cinco víctimas. El vehículo quedó como una bola de fierro".
El jefe policial manifestó que los "cuerpos estaban diseminados por el lugar".

Cronología de un calvario

El grupo de jóvenes que trabajaba en la Administración de Servicios Portuarios de Bolivia, ASP-B festejó el 30 de diciembre el cumpleaños de Álvaro Molina. Después se fueron a brindar al local Doña Chela I. Hicieron dos llamadas telefónicas.

31 diciembre  A las 03.30 del sábado decidieron dejar a Vilma Ticona en la parada de trufis a Ciudad Satélite y se fueron.

1 enero  Los familiares de las víctimas presentan denuncia verbal en la FELCC. Buscan a los cinco en la morgue y en varios hospitales de la ciudad.

2 enero  La esposa de Víctor Quispe es increpada y citada a declarar por la desaparición de sus compañeros y del vehículo Murano.

3 enero  Los familiares se reúnen con autoridades policiales de la FELCC y del Gobierno para coordinar la búsqueda.

5 enero  Familiares denuncian de una supuesta persecución y secuestro. Hablan de un viaje a Coroico por fin de  año.

6 enero  Efectivos de la Policía ejecutan tres rastrillajes en los Yungas y dos en La Paz. Investigan otras dos llamadas.

8 enero  A las 08.30 hallan la placa del motorizado y los dos primeros cuerpos en el sector denominado la Boca de Sapo.

Álvaro Molina C.

Trabajaba en el área de sistemas en la ASP-B, departió con el grupo en un festejo de fin de año. Conducía el vehículo Nissan Murano.

Danilo Choquevillca

Tenía 27 años, trabajaba como archivista en la empresa y era amigo de Álvaro, con quien celebró las fiestas de fin de año.

Luisa Rojas

Se desempeñaba como jefa de área en la ASP-B y estaba casada. Tenía 33 años y el domingo iba a salir de fiesta con sus familiares.

Marcelo Rollano

Era egresado de ingeniería. Tenía 23 años, se unió al grupo en el brindis que organizaron los funcionarios de la empresa.

Víctor Quispe

Trabajaba como chofer y mensajero. Estuvo con sus compañeros el sábado en la madrugada, era el propietario del Nissan Murano.