El 20 de julio de 1969 fue el estreno mundial de la película con mayor audiencia y presupuesto en la historia de la humanidad: más de 1.000 millones de espectadores y 200 billones de dólares convirtieron al actor Neil Armstrong en la estrella más importante del momento, por encima incluso de Audrey Hepburn o Sophia Loren que hasta ese día eran las máximas luminarias.

Ya quisiera el hombre pisar la Luna, de la casa productora NASA Pictures en asocio con White House Entertainment, fue un filme que marcó a la humanidad de una manera tan profunda que pese a ser realizado dentro del marco de la ficción, es catalogado como documental. En otras palabras, hoy se narra en los libros de historia como un hecho verídico, aunque la ficción sea evidente en un guión con grandes vacíos en su trama -tales como una bandera que ondea sin viento y huellas de astronauta más profundas que un módulo lunar que pesa toneladas-. Pero dado que el espejismo justificaba los medios, todo Buzz Lightyear pasó de juguete a astronauta.


Ahora, aunque claramente la única vez que el humano ha estado en la Luna es en clase de matemáticas, hoy le daré el beneficio de la duda y supondré que el filme Ya quisiera el hombre pisar la Luna, al igual que sus secuelas menos exitosas, en realidad fue una transmisión televisiva de un momento histórico, grabado por cámaras que no se dañaron con la radiación solar, para así responder la duda de por qué no han vuelto después de tantos años. Tengo tres teorías:

1) No hay lugar para un McDonald's - Ronald McDonald siempre ha soñado con engordar más clientes desde una sucursal en el Mar de la Tranquilidad, luego de colonizar la Plaza Roja de Moscú, pero no ha resuelto un inconveniente: los 348,000 kilómetros que separan la Luna de la Tierra elevan de tal forma los costos de importación de ingredientes, que tocaría cobrar a precio de gourmet unas hamburguesas consideradas como chatarra. Eso no debería ser un problema dado que así funciona McDonald's en los países tercermundistas, deleitando finos paladares que saborean el primer mundo con el menú estrella de los camioneros gringos. El lío radica en que la clientela de la Luna sería de una raza distinta a la humana, enemiga de un servicio a domicilio a muchos años luz que tardaría una eternidad y un menú que invierte mucho en publicidad pero poco en las hamburguesas.   

2) No hay una gota de petróleo - La ambición por el petróleo se origina no sólo porque el 90% del transporte mundial depende de este, sino porque el 90% de la fiesta de cumpleaños de un niño también -chicles, globos, pelotas y los muñecos de Buzz Lightyear, entre otros, son derivados del mismo-. Y es bien sabido que más peligroso que un terrorista, es un niño sin Happy Birthday. Por eso un país sin armas de destrucción masiva pero con un subsuelo rico en oro negro, se convierte al instante en una 'amenaza mundial'. Y como la Luna lunera está hecha de queso, no representa ninguna ambición para explorarla de nuevo. Eso sí, apenas la humanidad se entere que Titán, luna de Saturno, tiene más petróleo que la Tierra entera, se iniciará una nueva carrera espacial para suplir la demanda del 90% de los orgasmos femeninos, dado que los consoladores y la vaselina son también derivados del petróleo.

3) No hay vida inteligente, sino muy inteligente - El humano es muy propenso a pensar que es la única especie 'inteligente' en el Universo, creyendo que se construyó una mansión para que nada más fuera ocupada una habitación por él. Pero esto le ocurre porque actúa igual al jefe que se rodea de subalternos de bajo nivel: evitar que algún talentoso le haga sombra. Por eso, a través de diversos comunicados que anuncian que sólo se ha encontrado unas bacterias marcianas y un riachuelo en Saturno, convencen a la opinión pública que no hay nadie mejor que un político para gobernar cada país del Planeta Tierra, hasta que se encuentre algo más inteligente. Y como la última visita a la Luna confirmó que no sólo existen hombrecitos verdes que transpiran sabiduría y manejan sables de luz, sino que una bacteria es más inteligente que cualquier político.

¿Cuál teoría me parece la más probable? Descarto la primera, porque a falta de un McDonald's llegaría un Hotel Hilton que aprovecharía la atmósfera insignificante y la abundante radiación solar para ofrecer bronceados express. Tampoco me suena del todo la segunda, dado que todavía hay suficientes países con cuantiosas reservas petroleras y ejércitos risibles, a los cuales se les puede acusar de 'terroristas'. Y en la tercera opción, sólo es más tonto que un político, aquel que lo elige. En otras palabras, sólo me queda una cuarta posibilidad secreta: volverán a la Luna con un remake del éxito sesentero, pero justo antes que otro país se percate que allá arriba no hay enterrada una bandera gringa.

Hasta una próxima verdad humanamente irracional, Amigos de lo Salvaje.


Lucano Divina
Comandante en Jefe de Amigos de lo Salvaje-EA
Selvas de Sur América, julio 28 de 2011