Las cosas que uno puede aprender revisando su correo electrónico... uno nunca sabe cuando este conocimiento podrá ser útil. Me ha parecido muy importante.
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Hola,
Tomar la decisión de tener un bebé es un gran paso. Lo que hagas no sólo afectará tu cuerpo, sino también, la forma en la que se alimentará el niño que crece en tu vientre, durante los próximos nueve meses.
Si sabes cuándo deseas tener un hijo, toma una actitud inteligente antes de concebir, y comienza a hacer cambios tempranos en tu alimentación. Si el embarazo no fue planeado, realiza los cambios necesarios lo antes posible, para que tanto la madre como el niño permanezcan sanos :
1 La preparación para el embarazo puede requerir algunos cambios de estilo de vida en lo que respecta a la nutrición y a la dieta. Durante dos o tres meses antes del embarazo y durante el mismo, tendrás que evitar el alcohol, la cafeína y el tabaco. La cafeína se encuentra en muchos alimentos y bebidas en el mercado hoy en día, por lo que la lectura de las etiquetas nutricionales debe convertirse en un hábito. También hay estudios que demuestran el daño que puede provocar en las mujeres el consumir drogas o beber alcohol durante el embarazo. Trata de evitar cualquier medicación, en lo posible. Si es recetada por un médico, haz lo que él te aconseje. Muchas veces, la dosis o el tipo de medicamento pueden ir cambiando para adaptarse mejor a las necesidades de la madre y el niño.
2 Añade proteína extra a tu dieta. La cantidad recomendada necesaria durante el embarazo comienza entre los 60 y 80 gramos, aumentando 10 gramos con cada trimestre. Evita las carnes rojas y los alimentos que tienen aditivos y conservantes. Los huevos son una buena fuente de proteínas, así como peces, mariscos y pollo.
3 Haz que tu médico te prescriba una buena vitamina/ suplemento mineral. Hay varias vitaminas prenatales que tienen cantidades adecuadas de todos los nutrientes necesarios, incluyendo el ácido fólico, esencial en la construcción de un fuerte sistema neurológico del recién nacido. Ten cuidado con los suplementos a base de hierbas que estés tomando. Consulta con tu médico para saber si hay alguna contraindicación.
4 Bebe mucho líquido. El agua es muy importante. Los jugos de frutas y verduras también son beneficiosos debido a su alto nivel de nutrientes. Sin embargo, ten cuidado con las cantidades de azúcar y edulcorantes que contienen. Quieres que tu principal fuente de calorías proceda de alimentos ricos en nutrientes, no del azúcar. Invierte en una licuadora. Los jugos naturales de frutas y verduras, por lo general, no necesitan edulcorantes ni aditivos para tener buen sabor.
5 Evita todos los edulcorantes artificiales. Si eliges endulzar, utiliza stevia o miel. Si los usas con moderación, no aumentarás tanto de peso como piensas, y no se completará tan rápido el ciclo que te hace sentir hambre.
6 Realiza comidas pequeñas y frecuentes en lugar de grandes comidas. Esto te ayudará a mantener tu apetito bajo control. Los bocadillos de fruta fresca son maravillosos para este fin. Tu media tarde podría ser más grande que el resto de las comidas, simplemente porque así tendrás energía extra para terminar el resto del día. Si estás comiendo sano, el cuerpo será capaz de asimilar todos los nutrientes que necesita. Caminar y hacer ejercicio ligero quemará las calorías excedentes, y tonificará el cuerpo para el trabajo de parto.
Un abrazo, futura mamá, y... ¡FELICITACIONES!
César Ramos
Bioquímico y Fundador de:
www.Alimentacion-Saludable.com