MADRES LUCHONAS: DEL ESTEREOTIPO A LA REALIDAD



Tengo 27 años y en la actualidad los tipos de mujeres que se encuentran alrededor de mi edad se dividen en dos: profesionales que trabajan en sus áreas, con proyectos alrededor, un entorno de amigos de lo laboral y las que ejercen de madres tanto casadas como solteras.

Claro que las variables que las rodean son más y existen muchos subtipos; las profesionales con hijos, las profesionales casadas sin hijos, las solteras sin profesión, etc, pero en esta ocasión desearía referirme a un tipo específico: las madres solteras.

Es curioso cómo surgen los nombres dirigidas hacia un estereotipo de madre soltera: la luchona, la guerrera, la cabrona, etc.
Todo parte de fenómenos sociales que rodean la época. En la nuestra existe un movimiento feminista bastante diverso y en ocasiones radical que lleva la bandera de libertad y rebeldía por todas partes. Por otra parte la ola de nacimientos de madres jóvenes se constituye en un problema de todas las sociedades (unas más que otras). ¿Y qué surge? Las madres luchonas.

El estereotipo dicta a una madre joven, con básicos estudios primarios o secundarios, con una vida libertina y activa sexualmente desde una edad temprana la cual se presenta orgullosa como madre soltera y que se autocalifica como "luchadora" o "guerrera", que califica a su hijo no como una carga sino como una "bendición". Se viste de forma provocativa, muy ataviada y que suele ser descuidada con los hijos para seguir una vida de libertinaje dejando a cargo de sus hijos a su madre. Por otra parte, se califica a las "luchonas" como mujeres buscando la manutención de algún hombre que las acepte como pareja con hijos.

Pero ¿Qué tanta verdad tiene este estereotipo?

ESTEREOTIPOS, PREJUICIOS, DISCRIMINACIÓN Y ESTIGMA DESDE LA PSICOLOGÍA

Los estereotipos se definen como las creencias o ideas organizadas sobre las características asociadas a diferentes grupos sociales: aspecto físico, intereses, ocupaciones, etnias, etc. Se trata de imágenes simplificadas sobre cómo son vistos los grupos y lo que hacen.
Los estereotipos no son algo malo en sí mismo, ayudan a nuestra mente a organizar el mundo lleno de conceptos en categorías. Lo malo sería si estos estereotipos nos llevan a cometer errores al generalizar en categorías a personas que no pertenecen a ella, afectando a la persona misma que es objeto de esta generalización. Los estereotipos tienen un origen social, es decir que se originan según lo que nuestro entorno dispone, reforzándose mientras vamos creciendo.

Por otra parte, un prejuicio es un afecto, sentimiento y emoción positiva o negativa que se tiene sobre un grupo social y sus miembros. El afecto que tengamos sobre este grupo nace del concepto que tenemos sobre él. Entonces los prejuicios nacen de acuerdo a cómo califiquemos un estereotipo, tanto de forma negativa como de forma positiva.

Por otra parte, la discriminación es el comportamiento diferencial que tengamos sobre un grupo social o los que pertenecen a él.

Entonces decimos que los estereotipos originan los prejuicios y los prejuicios pueden generar una conducta discriminatoria, tanto negativa como positiva.

Y por último y hablando del concepto de estigma social, nos referimos a ella como la desaprobación social severa hacia las características de un grupo social o creencias de carácter personales que son percibidas como contrarias a las normas culturales establecidas. Una persona sometida a un estigma suele ser devaluada, rechazada por su entorno social y cultural. Son víctimas de conductas discriminatorias negativas, insultos y en ocasiones de crímenes originados por esa conducta diferenciada.

ANÁLISIS DEL CONCEPTO DE LUCHONA

Es interesante ver el cambio de conceptos según la época en la que vivimos. En otras épocas el ser madre soltera constituía una vergüenza, una afrenta al honor de la familia la cual trataba de ocultar el hecho de distintas maneras: desde matrimonios forzados para tener un hijo "dentro del matrimonio" hasta abortos con hierbas u otros componentes, claro, en el más íntimo de los secretos. ¿Qué diría la sociedad ante una madre joven y además soltera?

Por otra parte, es interesante vivir en la época de lucha de las mujeres por la "igualdad" en todas las áreas.  Existen cambios sociales, desde leyes hasta mayores espacios abiertos hacia la participación femenina. Los roles ya no se encuentran tan definidos, sino se comparten y existe una mayor aceptación de aquello en nuestro entorno.

Pero creo que se ha llevado al extremo.

No todas las conductas que tiene una mujer son correctas y superiores a la de los varones. La responsabilidad no tiene género y el irresponsable es ser irresponsable sea hombre o mujer, y tenga quince años o cuarenta.

Un fenómeno curioso de las madres jóvenes y solteras en la actualidad es que cambian el concepto que se tuvo antes de "vergüenza" y "carga" respecto al embarazo como un motivo de orgullo y "bendición".
El estereotipo de madre soltera y "luchona" es reforzada en la actualidad por la multitud de ejemplos que vemos a nuestro alrededor. En el mío veo a madres valerosas que trabajan para hacerse cargo de sus hijos y llevar su vida correctamente pero también veo a madres que tienen muchas características de la madre luchona. Suelen ser madres jóvenes (sean profesionales o no) que publican constantemente fotografías suyas en las redes sociales presumiendo un maquillaje elaborado, ropas ajustadas e incitantes con grandes escotes o resaltando otros atributos físicos, esto acompañados de "frases" o "pensamientos". Se definen como luchadoras y pocas veces aparecen con sus hijos en fotografías en las cuales suelen "modelar" al niño o niña junto a ella como si fuera un muñeco. Siempre están de fiesta "con sus amigas" en cumpleaños, fechas célebres,etc.

DESDE MI PUNTO DE VISTA

Lo importante de un estereotipo es no utilizarlo de forma apresurada tratando de introducir en categorías a las personas que aún no conocemos, esto para no cometer errores.

Desde mi experiencia conozco a varias mujeres que presentan las características de una "luchona". Para mí son chicas algo despistadas por la situación que les tocó vivir. Suelo pensar que un hijo es un cambio completo para la vida, pero es interesante ver la forma en que ellas lo afrontan. Por ejemplo, un hijo para ellas suele representar un cambio radical para su imagen personal: dejan de ser las chicas sencillas que eran para, de un día para otro, fascinarse con la "moda", la compra de ropa excesivamente provocativa, con amplios escotes, minifaldas escandalosas y suelen volverse fanáticas de las compras de productos cosméticos por catálogo, asistir a la peluquería para plancharse el cabello o teñírselo. Por otra parte, usan ropa juvenil, quizá demasiado para su edad. Siempre me pregunté el porqué del cambio. ¿Será que el ser madre te da una sensación de envejecimiento el cual deseas abandonar tratando de cambiar tu aspecto? Según un amigo mío que trabaja en una empresa aduanera es para conseguir parejas a pesar de los hijos, pero eso me parece algo más gracioso que la realidad. Lo de la ropa y los escotes es algo que también me llama mucho la atención. Ver sus redes sociales suele ser muy incómodo para mí, que considero que ciertos escotes no son apropiados más a los ojos de un esposo luego de cinco años de casados. Tengo una amiga médica que tiene un problema con ello. Cuando la conocí, en una reunión para un proyecto, creí que era una mesera bastante atrevida que se acercaba a pedirnos que ordenáramos algo. Me sorprendió cuando me la presentaron como médica. Tenía un escote tan pronunciado que era difícil ignorar por lo escandaloso, dudo que mis amigos se hayan concentrado. Cuando me la mencionaron por su nombre días después no pude recordarla hasta que mi amigo me dijo "¿Recuerdas a la escotada?" y ahí la recordé.

En conclusión, no todas las madres solteras y jóvenes pueden estereotiparse como "luchonas" porque podemos lastimar con el estereotipo, prejuicio y posteriormente tener conductas discriminatorias, y nada que nos lastime a nosotros mismos o a otras personas está bien. Sin embargo, si existen ciertas mujeres que presentan el comportamiento y las consecuencias negativas de una madre luchona: descuido de los niños por el arreglo personal y el orgullo por esto, lo que si debe ser motivo de crítica, no solamente para ellas, sino para todo aquel que haga daño con su comportamiento a otras personas.