Seamos sinceros: En tiempos donde supuéstamente existe igualdad de género, donde los cargos públicos se "sortean" para demostrar equidad, en un país donde nos llenamos la boca con "no discriminación", a muchas personas puede parecernos un completo desatino el celebrar el día de la mujer boliviana, y empezar clamando por un "día del hombre" para justificar una cerveza adicional en la mensualidad.
Pero no. En esta fecha celebramos - y recordamos - algo muy importante, el nacimiento de la escritora
Adela Zamudio, quien por sus logros, entereza y dinamismo propició el reconocimiento de la mujer boliviana mediante un Decreto Supremo de 1980, en el gobierno de Lidia Guiler Tejada, como un incentivo a la superación y el cultivo que una mujer puede lograr en su propio ser, mas que como un reconocimiento.
La poetisa, activista (de las de verdad) y feminista, Adela Zamudio.
Una mujer superior
En elecciones no vota,
Y vota el pillo peor;
(Permitidme que me asombre)
Con sólo saber firmar
Puede votar un idiota,
Porque es hombre.
Es así, aunque tardíamente, que desde
Ajayu.org mandamos un afectuoso saludo a nuestras usuarias y visitantes quienes - en algunos casos como en las entidades públicas - tendrán un merecido descanso a sus diarias labores al menos por ésta tarde.
En lo particular, opino que por más igualdad, equidad de género y tonterías similares como los derechos humanos, una mujer que sabe hacerse respetar, que tiene bien fijos sus objetivos, pero que sabe amar y sacrificarse por sus hijos y por sus seres queridos... así en el más incómodo y sufrido silencio... sin dejar de ser ella misma por los demás, ella es quien vale más. Porque es fácil ponerse los pantalones y a título de "hacerse al hombre" tratar de justificar sus errores por la debilidad, que afrontar los designios de la propia naturaleza como si no hubiera otra opción que no por nada una nació con un útero cuyo significado, trasciende más allá de las estrellas.
¡Felíz Día de la Mujer en Bolivia!
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Ni a los talones, la verdad...