He tenido amores y amoríos, amantes y amadas. He gastado más dinero del que pude imaginar jugando al póker. He ganado más dinero del que pude imaginar jugando al Black Jack. He dejado de ir a la misa católica, pero sin embargo seré padrino de mi sobrino y seré el primero en oír la misa católica. He tenido la peor erisipela de la historia. He recibido constantes llamadas insultándome.

He recibido pocas llamadas proclamándome amor. He vencido el miedo a hacer parapente. He besado labios. He besado más frentes que labios. He llorado a mis muertos, a mi amiga muerta, a mis familiares muertos, personas que se tenían que quedar conmigo bastante rato más. He llorado en aeropuertos, porque en el fondo sabía que ya todo había terminado. He querido tener un hijo hace 1 año, pero por azahares del destino no pasó. He cocinado un lomo saltado que el más refinado paladar se rendiría ante mi sazón.

He escuchado historias increíbles, pero no las he podido escribir. He tomado cantidades industriales de ron. He vivido amores imposibles, amores que aún no se dan y que tampoco se darán. He faltado tres veces a la misma cita, con la misma chica, ahora ella no me quiere ver, no quiere saber de mí. He estado bastante enamorado. He prometido bastantes cosas que han quedado en el aire violeta. He regalado un dibujo mío en un cuadro a una amiga, y me causa bastante orgullo que ella  lo tenga en su sala, como un trofeo, como una bella pieza de arte, como un pedazo de mi corazón infame. He oído miles de canciones, pero sólo me gustan pocas. He bailado salsa hasta las cinco de la mañana con la misma persona.

He escrito poemas, que han sido quemados en el mismo instante de escribirlos. He visto a un amigo llorar como un niño, ovillado en una esquina de su departamento. He sido testigo mudo de como mi amiga se metía tanta coca. He sido testigo de cómo seres queridos han hecho lo mismo. He visto como desmoñan marihuana. He visto como pasan el trance feeling de la pasta. He reído por un chiste mal dicho. He declarado mi amor al ritmo de las velas de algún restaurante. He abrazado a esa señorita que ahora me desprecia. He subido a mis espaldas sólo a las mujeres que me inspiran amor, confianza, personas que me dan alegría, que me hacen la vida más bonita, más distinta, más cursi. He inventado una canción en menos de 5 minutos. He cantado en karaokes. He abrazado mi almohada, las estúpidas veces que me he sentido absurdamente solo. He querido matarme. He querido matar mi alma destrozada.

He jugado fútbol con la rodilla mal. He sido víctima de dos asaltos. He sido víctima de una rotura de cabeza por un borracho. He sido otra vez víctima de una rotura de tabique por otro borracho. He sido elogiado por mis poemas pero no por mis crónicas. He sido llamado para recibir premios, pero a todos no he asistido porque estaba profundamente ebrio. He comprado un arma que guardo siempre en el mismo cajón donde guardo las cartas de amor que me han sido enviadas. He intentado salvar mi soledad comprado un perro, que por supuesto ya regalé.

He soñado que alguno de mis amores venían, se reconciliaban y luego en la mañana me he dado cuenta que no podría eso ser cierto. Me he enamorado como un idiota otra vez de otra chica y me faltó tiempo, me faltó coqueteo, me faltaron ganas de no quererla tanto. De hacerme de rogar. De hacerme el interesante. He conversado hoy otra vez con mi boba soledad.