Jorge Mario Bergoglio (Buenos Aires, Argentina, 17/12/1936), es el Papa número 266 de la Iglesia católica y Jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano. Resultó elegido el 13 03 de 2013
(13/03/13), tras la renuncia al cargo de Benedicto XVI, por los cardenales que votaron en el Cónclave en la quinta votación, en el segundo día de sesión.
Su Santidad, Francisco I
Es el primer pontífice procedente del continente americano, así como el primer Papa perteneciente a la Compañía de Jesús y el primer Papa argentino. También se trata del primer papa no europeo desde 741, año en el que falleció Gregorio III, que era de origen sirio.
Hincha de San Lorenzo, para alegría de Tinelli (?)
Anteriormente, tras la muerte del papa Juan Pablo II el 2 de abril de 2005, fue considerado uno de los candidatos a ocupar el lugar del sumo pontífice, cargo para el que fue elegido finalmente Joseph Ratzinger, quien adoptó el nombre papal de Benedicto XVI.
Es uno de los cinco hijos del matrimonio formado por Mario Bergoglio (empleado ferroviario) y Regina (ama de casa), ambos inmigrantes italianos en Argentina. Egresó de la escuela secundaria industrial E.N.E.T Nº 27 (ahora E.T.Nº 27) Hipólito Yrigoyen, con el título de técnico químico. A los 21 años (en 1957) decidió convertirse en sacerdote. Ingresó en el seminario del barrio Villa Devoto, como novicio de la Compañía de Jesús.
Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969. A partir de entonces hizo una larga carrera dentro de la orden de la cual llegó a ser «provincial» desde 1973 hasta 1979. Durante este período se estableció una dictadura cívico-militar. Las acciones de Bergoglio durante este período son de mucha controversia, en particular respecto a la detención ilegal de los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jalics.
Como cardenal, Bergoglio fue conocido por su humildad, conservadurismo doctrinal y su compromiso con la justicia social. Un estilo de vida sencillo ha contribuido a la reputación de su humildad. Vive en un apartamento pequeño en vez de la residencia palaciega episcopal. Renunció a su limusina y a su chofer en favor del transporte público, y cocina su propia comida.
Al morir Juan Pablo II, eran 117 los cardenales menores de 80 años en condiciones de votar para elegir un nuevo papa, entre los cuales se encontraba el cardenal Bergoglio, considerado "papable" y de quien se dice que logró obtener 40 votos de los 77 que eran necesarios para ser elegido, es decir, el segundo lugar detrás del que fue elegido y convertido en Benedicto XVI, el cardenal Joseph Ratzinger. Se ha dicho que Bergoglio estaba en una lucha cerrada con Ratzinger durante la elección hasta que hizo una súplica emotiva pidiendo a los cardenales que no votaran por él. Sin embargo, puesto que existe obligación de secreto absoluto para los asistentes al cónclave (Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis de 22 de febrero de 1996, cap. II, n.º 48) bajo pena de excomunión reservada al Sumo Pontífice (Código de Derecho Canónico, canon 1399), este dato debe tomarse como mera especulación. Antes, había participado en el funeral de Juan Pablo II y actuado como regente junto al Colegio de Cardenales, gobernando la Santa Sede y la Iglesia Católica Romana durante el periodo de interregnum de la sede vacante.
En la Santa Sede fue miembro de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos; de la Congregación para el Clero; de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica; del Pontificio Consejo para la Familia y de la Pontificia Comisión para América Latina
El 13 de marzo de 2013, el cardenal Bergoglio fue elegido sucesor de Benedicto XVI a las 19:06 del segundo día del cónclave, en la quinta ronda de votaciones;
es el primer papa jesuita y, además, el primero de procedencia americana.
Tomó el nombre de Francisco —en ocasiones reproducido como Francisco I y, en su primera aparición pública, el Pontífice elevó una oración por su antecesor, el papa emérito Benedicto XVI. Acto seguido, dijo que comenzaba "un camino", y pidió a los fieles que rezaran "unos por otros para que haya una gran fraternidad". «Espero que este camino de la Iglesia que hoy comenzamos sea fructífero para la evangelización». Además, pidió una oración en silencio por él para que Dios le ayudara en su labor.
"¡Hermanos y hermanas, buenas noches! Ustedes saben que el deber del Cónclave era darle un obispo a Roma. Siento que mis hermanos cardenales fueron a buscarlo al fin del mundo. Les agradezco la bienvenida. Antes de nada querría elevar una oración por nuestro obispo emérito, Benedicto XVI, recemos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo custodie. Padre Nuestro [...] Empezamos este camino entre obispo y pueblo. Un camino de fraternidad y confianza. Rezamos para todo el mundo para que haya una gran fraternidad. Antes de dar la bendición os pido un favor, que pidáis al Señor la bendición para su obispo. Hagamos en silencio esta oración vuestra por mí (Oración Urbi et Orbi). Nos vemos pronto. Voy a rezarle a la Virgen para que proteja toda Roma. Buenas noches y buen descanso."
Posiciones morales y temas políticos
Aborto, eutanasia y anticoncepciónEl cardenal Bergoglio, acorde con la postura oficial de la Iglesia sobre estos temas, ha alentado a su clero y a los laicos
a oponerse tanto al aborto, al matrimonio homosexual, como a la eutanasia, describiendo el movimiento pro-elección como una "cultura de la muerte". Bergoglio apoya el uso de anticonceptivos para evitar la propagación de la enfermedad; aunque se opuso a su distribución gratuita en Argentina.
Actuación durante la dictadura argentina[spoiler]El cardenal Jorge Bergoglio fue acusado en algunas oportunidades como «colaboracionista» de la Guerra sucia ocurrida durante la dictadura militar argentina entre 1976 y 1983,22 en particular por el periodista argentino Horacio Verbitsky, quien publicó, en 2006, el libro El silencio. En dicho libro, acusó a Bergoglio de ser cómplice del secuestro de sacerdotes jesuitas y catequistas en mayo de 1976. Bergoglio habría quitado, en su rol de provincial de los jesuitas en Argentina, la licencia eclesiástica a dos sacerdotes (Orlando Yorio y Francisco Jalics) de su congregación que trabajaban en villas miserias de Buenos Aires, los cuales posteriormente fueron secuestrados y torturados por militares argentinos. A causa de ello, Verbitsky asigna responsabilidades al cardenal de este hecho y presenta cinco testimonios de curas y teólogos para confirmar el rol de Bergoglio durante la dictadura en el secuestro de los sacerdotes. El antecedente de Verbitsky es otro autor, también miembro del CELS, Emilio Mignone quien ya en 1986 publica su libro Iglesia y dictadura. El papel de la iglesia a la luz de sus relaciones con el régimen militar donde se menciona la idea de que Bergoglio estaría vinculado con el secuestro de, al menos, Orlando Yorio.
Los secuestros de dichos sacerdotes fueron investigados en la serie de causas judiciales por delitos de lesa humanidad conocida como Megacausa ESMA y el entonces cardenal fue llamado a declarar como testigo. Tras tres llamadas de la justicia, Bergoglio aceptó declarar ante un tribunal oral en su propia oficina de cardenal primado, el 8 de noviembre 2010. Allí, afirmó haberse reunido con el dictador Jorge Videla y el almirante Emilio Massera para reclamar por la vida de los curas.
En 2010, los periodistas Francesca Ambrogetti y Sergio Rubín le preguntaron al cardenal sobre este tema en el libro El jesuita, conversaciones con el cardenal Jorge Bergoglio. Allí, el entonces cardenal rechazó las acusaciones e indicó que, si no se había defendido antes, "fue para no hacerle el juego a nadie, no porque tuviese algo que ocultar", y narra como habría protegido a sacerdotes perseguidos durante la dictadura. En la entrevista, él añade: "Hice lo que pude con la edad que tenía y las pocas relaciones con las que contaba para abogar por las personas secuestradas [...] Me moví dentro de mis pocas posibilidades y mi escaso peso".Según algunas fuentes, en las vísperas del cónclave que había de elegir al sucesor de Juan Pablo II, una copia de un artículo con esta acusación fue enviada a las direcciones de correo electrónico de los cardenales electores, con el propósito de perjudicar las chances que se le otorgaban al purpurado.[/spoiler]
Oposición al matrimonio homosexual[spoiler]Una de las cuestiones en las que el cardenal se enfrentó al gobierno Argentino fue el proyecto de Ley de Matrimonio entre Personas del Mismo Sexo, matrimonio homosexual y también conocido como matrimonio igualitario. El 9 de julio de 2010, días antes de su aprobación, se hizo pública una nota de Bergoglio29 convocando una «guerra de Dios» contra dicho proyecto, que contemplaba que las personas homosexuales pudieran contraer matrimonio y adoptar niños. En la nota del cardenal primado, dirigida a las monjas carmelitas de Buenos Aires, calificaba el avance legislativo del proyecto como «una movida del Diablo» y alentaba a acompañar «esta guerra de Dios» contra la posibilidad de que los homosexuales pudieran casarse. El expresidente Néstor Kirchner criticó las «presiones» de la Iglesia sobre este asunto.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner acusó en duros términos a Bergoglio por la campaña contra el matrimonio entre personas del mismo sexo, que se debatía en el Congreso. Fernández de Kirchner juzgó la postura de la Iglesia como propia de «tiempos medievales y de la Inquisición».[/spoiler]
Crítica a la pobreza y la desigualdad económica[spoiler]Conocido por clamar contra la desigualdad en su Argentina natal, Bergoglio comparó pobreza y violación de los derechos humanos y no ha dudado en reprochar al Gobierno por no impedir el aumento de la pobreza en su país, situación que considera "inmoral, injusta e ilegítima", al ocurrir en una nación que posee las condiciones económicas necesarias para evitar esos daños. "En lugar de eso, pareciera que se ha optado por agravar más las desigualdades", aseguró el primado de la Iglesia católica argentina, para quien "los derechos humanos se violan no sólo por el terrorismo, la represión y los asesinatos, sino también por estructuras económicas injustas que originan grandes desigualdades". Ante esto, reclamó una respuesta "ética, cultural y solidaria" para saldar la deuda social con millones de argentinos, en su mayoría niños y jóvenes, y aseguró que es imperativo luchar para cambiar las causas estructurales y las actitudes personales o corporativas que generan esta situación.
No fue la primera vez que el cardenal argentino denunció esta situación. Intervino en un seminario sobre Políticas Públicas, organizado por la Escuela de Posgrado Ciudad Argentina (Epoca), la Universidad del Salvador y la Carlos III de Madrid, donde intervinieron también el ex ministro español Tomás de la Quadra Salcedo, el rabino Sergio Bergman (conocido por su actitud crítica con el gobierno de Kirchner) y la senadora Hilda González de Duhalde, peronista en la oposición. La intervención más sonada fue la del cardenal, que no ahorró críticas a la situación por la que atraviesa Argentina. Hizo hincapié en la alarmante fuga de capitales que padece el país: "Hay aproximadamente 150.000 millones de dólares de argentinos en el exterior, sin contar los que están fuera del sistema financiero, y los medios de comunicación nos dicen que siguen yéndose de Argentina, aproximadamente, otros 2.000 millones de dólares más al mes", afirmó. "¿Qué se puede hacer para que estos recursos sean puestos al servicio del país, en orden a saldar la deuda social y generar las condiciones para un desarrollo integral?", preguntó.
En 2009, Bergoglio dijo que la pobreza extrema y las "injustas estructuras económicas que dan origen a grandes desigualdades" son violaciones de los derechos humanos y que la deuda social es "inmoral, injusta e ilegítima."36 Durante una huelga de 48 horas de servidores públicos en Buenos Aires, Argentina, Bergoglio opinó sobre las diferencias entre los "pobres perseguidos por pedir trabajo, y los ricos que son aplaudidos por huir de la justicia."37 Además, ha sido crítico con Cristina Kirchner al opinar que existe un "acostumbramiento" a la pobreza.[/spoiler]
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Con datos eliminados de
Wikipedia.
Argentinos... ahora deben tener el ego... por los cielos LOL
Pobre Ricardo Fort. xDD
Creo que todos los que hayamos visto Hellsing alguna vez tenemos cierta idea sobre... ejem xD
En lo personal, he sentido un poco que algo, alguito, de mi fe... regresó. Tengo la esperanza de que la Iglesia sea reformada, para no trollearla tanto.
Pero es tan dificil...