Mensajes recientes

#31
Discusiones Generales / Re:Cachorro en progreso
Último mensaje por p-chan - Marzo 10, 2023, 11:38:46 AM
Nueva sección (algo me dice que será vilmente abandonada una vez que Fosforoberto consuma las horas de sueño posibles)

¡Felicidades Sr. Dictador! y a través de usted, haga extensible las congratulaciones a Dña. Chossa.

Ajayu está de fiesta.
#32
Discusiones Generales / Cachorro en progreso
Último mensaje por Teru Mikami - Marzo 10, 2023, 11:36:14 AM
Desde el pasado 6 de enero mi vida cambió y mi estado mental también.

Mi querida Chossa, pareja de la vida, me confirmó su dulce estado de espera de unas dos semanas y media.


Fósforoberto viene en camino. Crece sano y fuerte y ya tiene 3 meses de formación.

Estoy muy contento y temeroso por el futuro xD. En este tema iré apuntando mis descubrimientos sobre paternidad responsable y planteare dudas y observaciones a este interesante y curioso proceso.

Por todos los dioses!
#33
[·a] Gastronomía, recetas y comida / SALSA AGRIDULCE PARA COSTILLIT...
Último mensaje por p-chan - Marzo 10, 2023, 11:02:43 AM
SALSA AGRIDULCE PARA COSTILLITAS DE CHANCHO

Ingredientes:

  • 2 cucharas de aceite vegetal
  • 1 cebolla blanca picada en brunoise (cuadraditos pequeños)
  • 2 cucharillas de páprica picante
  • 3 dientes de ajo picado en cuadraditos pequeños
  • ½ taza de whisky
  • 2 cucharas de salsa inglesa (la tipo worcestershire)
  • 1 taza de azúcar morena (se puede reemplazar por chancaca, pero las cantidades varían dependiendo de muchos factores)
  • 1 taza de pulpa de tomate (puré de tomate)
  • 1 taza de vinagre de manzana (mientras más natural y dulzón, mejor)
  • Sal a gusto

Preparación:

Comenzar calentando el aceite junto con la cebolla, la páprica y el ajo, añadir el wisky, una vez logrado hervor añadir la salsa inglesa, el azúcar, una vez logrado hervor añadir el tomate y el vinagre, cocinar un rato, añadir la sal a gusto, bajar el fuego a mínimo y cocinar sin dejar de remover y evitando que se pegue al fondo hasta que quede en punto (en punto es decir que medio densa y un poco espesa).

Se utiliza sobre cualquier carne, en especial costillitas de cerdo, una vez estén cocidas o en la sartén como una última etapa inmediatamente después de que doraron. Si bien, puede ser usada para todo el proceso de cocción, eso lo recomiendo sólo si lo harán a fuego lento, muy lento, en horno y con la carne bien embadurnada de salsa y envuelta en papel estañado o en una fuente con tapa. Si la salsa de se quema o se seca en exceso, queda amarga, tómenlo en cuenta.
#34
Área Musical / Re:Música Urbana | Reggaetón d...
Último mensaje por BLack eMo - Febrero 28, 2023, 01:30:27 AM
Estimados amigos de Ajayú, gratificante fue la Noticia al saber que este Espacio estaba de vuelta por lo que no me pude resistir y tuve que comprobar si era realmente verdad y para mi sorpresa pues si, eme aquí nuevamente rememorando los días gloriosos de tiempos atrás. Les traigo buenas nuevas para así continuar con el hilo de la conversación. Pueden encontrar mi Música en diferentes Estilos y una variada Gama de ellos en todos lados por así decirlo pero principalmente en Youtube y Plataformas digitales las cuáles dejaré por acá y espero se disfruten del contenido a groso modo dejándome siempre sus impresiones pues..!
https://ffm.bio/djblackcapsulamusic
#35
Ocio / Re:League of legends 2019
Último mensaje por p-chan - Enero 11, 2023, 03:03:28 PM
Actualización forzosa. Es el año 2023, era del Señor. Aún jugamos LoL (aunque no sabemos hasta cuando, las responsabilidades de cierto dictador con probabilidad variarán nuestras partidas).

Antes del reinicio por nueva temporada, terminé plata III en LAN y en pretemporada alcancé Plata II (todo en Flex), en solo/q, pues Bronce III.

En mi server principal, tristemente Hierro IV en Flex y Bronce IV en solo/q durante la temporada, y en pretemporada subí a Bronce III.

A ver qué nos depara el futuro y cuál estrella iluminará a los frutos de nuestro tiempo.
#36
Discusiones Generales / Sobre la verdad científica
Último mensaje por p-chan - Diciembre 29, 2022, 11:38:26 PM
La verdad no es relativa, a menos que abordes el concepto desde un punto de vista postmoderno. La verdad está ahí, la verdad es y punto, su interpretación es lo relativo y en cuanto a percibir o adquirir la misma, los mecanismos o medios pueden estar corruptos, viciados o limitados, obteniendo como resultado una verdad incompleta o una verdad distorsionada al extremo que deja de serlo, de ahí la dificultad o incluso imposibilidad de alcanzar una verdad última. Ese es, según muchas corrientes, el campo de acción de la ciencia, identificar esas distorsiones para evitarlas y sistematizar la información para tener el panorama más completo, procurando información fiel y comprobable en el marco de lo posible.

Suena bonito, pero en la práctica se convierte en un argumento vacío más que simplemente sirve para justificar la existencia de eso que llamamos ciencia, pues, al final de cuentas, la verdad científica no es la verdad, sino aquello consensuado como verdadero. De ahí que haya sido una verdad científica que la tierra sea plana y luego que es esférica con los polos ligeramente achatados. La verdad y lo considerado verdadero o probablemente cierto.

Bueno, ando divagando, así que les dejo la pregunta: ¿qué es la verdad y qué lo verdadero? ¿la ciencia realmente aspira a alcanzarla o prefiere aquello que puede demostrar o por lo menos aproximarse?
#37
Discusiones Generales / Re:Z-Library está funcionando
Último mensaje por Teru Mikami - Diciembre 15, 2022, 11:35:27 AM
Le he proporcionado a P.chan todo lo que me pidió, y hay demasiado en francés.

Bellísimo.

#38
Discusiones Generales / Re:Z-Library está funcionando
Último mensaje por p-chan - Diciembre 13, 2022, 11:11:33 PM

Entre
Lo que pienso
Lo que quiero decir
Lo que creo decir
Lo que digo
Lo que tú quieres oír
Lo que crees oír
Lo que oyes
Lo que quieres entender
Lo que crees entender
Hay 10 posibilidades de que haya problemas en la
comunicación
Pero al menos intentémoslo.

Enciclopedia del saber relativo y absoluto
Edmon Wells

Edmond Wells no es un poeta, tampoco un filósofo, es más, ni siquiera existió. Todo se lo debemos al genial Bernard Werber, escritor francés que destaca por presentar novelas que transcurren entre la biología, la mitología, la filosofía, la espiritualidad, la ciencia ficción y el futuro.

Wells, aparece como un entomólogo mirmecólogo (especialista en hormigas), viejo solitario que redactó su Enciclopedia del saber relativo y absoluto.

Podemos encontrar las reflexiones de este personaje en la trilogía de las hormigas (conjunto de obras de Werber compuestas por "Las hormigas", "El día de las hormigas" y "La revolución de las hormigas"), así como en otros libros de otras sagas, como la saga de los ángeles ("El Imperio de los ángeles" y "El Ciclo de los Ángeles") y el ciclo de los dioses ("Nosotros los dioses", "El Soplo de los dioses" y "Misterio de los dioses").

Reto a nuestro amadísimo dictador, que se encuentra navegando por aguas turbias a la pesca de títulos literarios, a facilitarme dichas obras :V

Otrosí: Me quedé en un entre sin intentar nada, pues porque así pasa cuando sucede y así de tonto soy que mato las cosas sin que siquiera tengan un atisbo de concebirse y menos de nacer.
#39
Discusiones Generales / Re:Z-Library está funcionando
Último mensaje por p-chan - Diciembre 13, 2022, 07:00:36 PM
La deep web... Tengo tanto temor a un virus o un hackeo, que prefiero alejarme de ese mundo.

Igual, gracias Sr. Dictador, por tan importante dato.
#40
Discusiones Generales / Re:RESURREZIONE REINCARNAZIONE...
Último mensaje por Teru Mikami - Diciembre 13, 2022, 09:06:24 AM
2
La resurrección de la carne en el Antiguo Testamento


Hecha esta necesaria presentación del creador de las doctrinas cristianas, es necesario tratar de comprender cómo y cuándo nació esta doctrina y, aún antes, es necesario saber si forma parte de la tradición judía de la que deriva el cristianismo por filiación directa. Estas son algunas de las preguntas que trataremos de responder, manteniendo como criterio la necesidad de permanecer fieles a los textos que hablan de esa doctrina, seguros como estamos de que no tenemos tesis preestablecidas que sustentar...

• ¿Cuándo surgió la idea de que los creyentes resucitarán con sus cuerpos?
• ¿Cuál fue el pensamiento de la tradición judía al respecto, tal como se presenta en los textos sagrados que conocemos?
• ¿La resurrección con la correspondiente retribución ha estado presente desde el inicio de la llamada "inspiración divina" que dio origen a las religiones judía y cristiana?
• ¿Qué pensaban Juan el Bautista y el mismo Jesús sobre el destino de los cuerpos?
Un hecho parece estar establecido: la idea de la resurrección del cuerpo cobra vida solo en un período muy tardío de la tradición judía. En cuanto a nuestra declaración de permanecer fieles a lo que nos dicen los textos sagrados, nos limitaremos aquí a examinar los pasajes que parecen tener alguna conexión con el tema, omitiendo deliberadamente la evolución posterior del pensamiento judío.
Hay algunos pasajes del Antiguo Testamento que inicialmente se interpretaron como referentes a la creencia en la resurrección del cuerpo, pero luego se descubrió que se trataba de una lectura forzada.
Así que vamos a leerlos.

Ezequiel
El primero de ellos está registrado en el libro de Ezequiel. Profeta bíblico del período del exilio babilónico (siglo VI a. C.), Ezequiel trabajó principalmente en los años 593-570 a. entre los israelitas deportados. Pertenecía a una familia sacerdotal, estaba casado y gozaba de gran prestigio incluso entre los ancianos, quienes acudían a él en busca de orientación sobre cómo resolver importantes asuntos. Sin embargo, esta consideración social estuvo acompañada de un curioso destino, que no era de creer ni seguir. Quizá también por eso recurría a menudo a acciones simbólicas muy originales, en un intento de herir profundamente el alma de sus oyentes: comía pan cocido con estiércol, se cortaba el pelo con una espada, se acostaba largo rato de lado, atado ...
Ezequiel es también el profeta que tuvo la visión del carro de fuego, tan importante para cierto tipo de interpretación de varios pasajes del Antiguo Testamento. La extrañeza de su comportamiento también ha hecho pensar a muchos estudiosos que este hombre estaba afectado por varios posibles síndromes como la epilepsia y la histeria, y que a menudo caía en catalepsia; pero todo esto no invalida el contenido de lo que estamos examinando.
El pasaje que nos interesa habla de una visión en la que Dios le muestra una "planicie llena de huesos [...] muy secos" que, por orden de la palabra divina, están cubiertos de nervios, carne, piel y, penetrados por el espíritu, "vivieron de nuevo y se levantaron sobre sus pies". Más adelante en la profecía, Dios le dice a Ezequiel:
Profetiza y diles [...] he aquí, abriré vuestros sepulcros, os sacaré de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel [...] os daré descanso en vuestro propia tierra. (Ez 37,1-14)
Es un mensaje dirigido al pueblo, que estaba desconsolado y desesperado por la deportación y el exilio: pueblo que estaba descorazonado y creía que ya estaba destinado a desaparecer, asfixiado por las poblaciones que lo habían conquistado y arrancado de su tierra. Es, por tanto, claramente un mensaje de esperanza para la restauración de una situación terrenal y territorial precisa, sin ninguna referencia a una promesa escatológica de una verdadera resurrección de entre los muertos.
Esto es tanto más cierto si toda la obra de Ezequiel se contextualiza en el contexto del pensamiento religioso judío que siempre se ha ocupado de lo que sucede en esta vida, involucrando al pueblo en un sistema de recompensas y retribuciones que Dios concede en el momento en que se establece la alianza con él es respetado o violado. Premios y recompensas que siempre se consumen en este mundo y que nunca se prometen o amenazan como pertenecientes a una vida posterior.

Isaías y Oseas
Asimismo los pasajes de Isaías 25,8; 26,19 ("destruirá/tragará la muerte para siempre [...] y quitará la vergüenza [de] su pueblo"; "vivirán muriendo tuyos, mi cadáver [??] resucitarán, despertad y clamad de gozo los que moráis en [en] el polvo") y en Oseas 13:14 ("de la mano del seol los redimiré de entre los muertos") se refieren claramente a una esperanza de resurrección general del pueblo de Israel de la situación en que se encuentran y no contemplan ninguna promesa concreta de resurrección individual de los muertos; siempre es una resurrección metafórica en lugar de una resurrección real de la carne de la muerte física. Sobre el primer pasaje de Isaías existen entonces serios problemas de interpretación que hacen aún más incierta su atribución, ya que muchos piensan que se trata de una interpolación posterior, tal vez del período de Daniel, del que se hablará más adelante.
Isaías nació alrededor del año 765 a. y en el 740 a. tuvo una visión en la que el Señor lo envió a anunciar la ruina de Israel. Vivió en un período de fuertes tensiones; un tiempo en la historia cuando Israel estaba bajo la constante amenaza de una invasión asiria y estuvo activo durante la campaña de Senaquerib contra Judea. A diferencia de muchos de sus contemporáneos representantes del poder, siempre se declaró en contra de cualquier alianza militar con otros países, pues creía y predicaba que el único camino para la salvación de la nación estaba representado por la confianza en Dios. denunciar la degradación moral que genera la riqueza.
Incluso el profeta Oseas vivió en la época de la gran expansión del reino asirio y por ello llevó a cabo su labor misionera en un momento de extremo desánimo del pueblo de Israel.
La situación en la que se concretan estas profecías, por tanto, es siempre la misma: un pueblo derrotado, desconsolado, deportado, que espera de su Dios la esperanza y la promesa de un próximo renacimiento.

Job
Hay versículos del libro de Job que a veces se leen con clara referencia a una perspectiva de resurrección corporal. Este libro de autor desconocido fue escrito después del exilio babilónico (siglos V-III a. C.) y aborda admirablemente el problema del dolor y la retribución de los justos y los malvados, tal como lo plantea la observación de la realidad cotidiana.
Desde un punto de vista puramente literario, ha sido juzgado como la obra maestra de la producción sapiencial del Antiguo Testamento y una de las obras maestras de toda la literatura universal de todos los tiempos, un verdadero poema de gran valor artístico.
Veamos el pasaje que nos interesa, en el que Job describe su miserable situación, pide compasión a sus amigos y luego, en respuesta a la fe, exclama:
Y me estoy redimiendo vivo y el último en el polvo se levantará y después [de eso] mi piel será cortada [cortará, será envuelta??] esto y de mi carne veré a tu señor [??], que Veré por mí mismo [a mí mismo ??] y mis ojos han visto y no se han desviado [ser otro, ser extranjero, ser adversario??]: cesan [están acabadas, están deshechas??] mis entrañas [??] dentro de mi [en mi matriz??] . (Job 19.25-27)
Como ya se puede ver por los diversos signos de interrogación, este texto se presta a diferentes versiones que dificultan su interpretación, pero en particular las dudas se refieren a una palabra que cambia totalmente el significado de los versos en relación con el tema en cuestión: la palabra n'qq'f (niqqefu), que se traduce alternativamente como "ser cortado" o "envuelto".
En las dos versiones dadas arriba, "estar envuelto en carne" parecería sugerir una resurrección del cuerpo, pero todo el libro hace que esta interpretación sea extremadamente improbable. La idea del más allá contenida en Job retoma en efecto el pensamiento de la antigua tradición judía que veía el sheòl (región de los muertos) como un lugar de gran tristeza, como una morada en la que las almas permanecen para siempre sin relación posible. con Dios y sin haber sufrido en ningún caso juicio con relativo laudo o condena.
De hecho, sheòl representa una concepción muy primitiva del inframundo: era el inframundo en el que todos los muertos se encontraban en una situación de absoluta igualdad, sin haber sufrido juicio alguno, como se ha dicho. En ese lugar, sin ninguna presencia divina, los muertos viven una especie de existencia larvaria, oscura, silenciosa, perdida en el olvido total y sin retorno. Así se describe el más allá en varios pasajes del Antiguo Testamento (Isaías, Ezequiel, Salmos, Job...) y así era, por tanto, la forma en que se representaba el más allá entre el pueblo de Israel. Una visión compartida –o tal vez tomada prestada– de la civilización ugarítica, que precedió a la cultura judía en los territorios donde se formó esta última.
En este punto del análisis es importante introducir un concepto que resulta fundamental para el desarrollo de una primera forma de idea de resurrección: la necesidad de premiar a los justos y castigar a los malvados.
Un concepto que surge de la clara contradicción entre lo que el hombre espera de un Dios justo y la realidad que, en cambio, muestra cómo los malvados prosperan y los justos a menudo sufren.
Abramos pues un breve paréntesis sobre este concepto.

La exigencia de retribución
Para llegar a una afirmación real de la posibilidad de una resurrección corporal individual hay que esperar a la época de Daniel y los Macabeos, cuyos respectivos libros fueron escritos, al menos en su forma actual, en los siglos II y I a.C.
Este nuevo concepto es, pues, el resultado de una evolución que se ha desarrollado lentamente a lo largo de los siglos y que ha estado condicionada sobre todo por la voluntad de responder a la necesidad de "retribución" con el justo premio de los méritos y el castigo de las faltas.
Además, esta exigencia, en el período que precedió al exilio babilónico, se resolvió en términos colectivos: los méritos y las faltas concernían a todo el pueblo, el individuo tenía valor como elemento de la nación que era castigado o premiado en su conjunto y aquí, en esta Tierra, en su historia cotidiana. Sólo con Ezequiel, y tras el exilio, el individuo adquiere su propia identidad y por tanto su responsabilidad de la que es personalmente responsable: la nación aparentemente había desaparecido, los israelitas deportados no aceptaban tener que pagar por los pecados de sus padres. Sin embargo, esta nueva idea de "responsabilidad individual" permaneció siempre ligada, en sus consecuencias finales de premio o castigo, a la vida terrena, en la que todo se resolvía.
Pero precisamente la incongruencia -que parecía evidente a todos los ojos- entre una vida justa y los sufrimientos que a menudo la turbaban, y la aparente felicidad contemporánea de los malvados, hacía absolutamente insatisfactoria la idea de un Dios que interviene con su juicio. en esta Tierra, en esta vida. La experiencia común fue demostrar la verdad de exactamente lo contrario: los justos sufren mientras los malvados prosperan.
Así que el comportamiento aparente de este Dios en términos de un juicio justo y equitativo era absolutamente inaceptable o, en el mejor de los casos, misterioso e insondable.
Este tormento agónico está admirablemente expresado en el Salmo siguiente, que contiene todo el desconcierto del justo que, ante el escándalo que ofrece la visión diaria de la prosperidad y soberbia de los impíos, dice:
Ciertamente en vano he guardado mi corazón puro y he lavado en inocencia [limpieza] mi mano. Y estaba en shock todo [todos] los días y me culpaba a mí mismo por las mañanas [todas las mañanas]. (Sal 73:13-14)
Un grito desesperado que termina, sin embargo, con la reafirmación de una confianza inquebrantable en la justicia divina gracias a la cual el salmista está seguro de poder volverse hacia Dios y decirle: «He aquí, los que se apartan de ti morirán; destruye [has destruido] toda prostitución de ti» (Sal 73,27), «Y yo siempre contigo [...] y luego la gloria [carga] me llevarás» (Sal 73,23-24).
Estas declaraciones sugieren un primer esbozo de una idea de retribución desligada de los acontecimientos de la vida mortal y proyectada a una dimensión diferente, en la que se restablecerán todos los equilibrios; es quizás una primera respuesta posible a las angustiosas preguntas planteadas en el libro de Job.

Breve aclaración
Reanudemos el examen de los libros del Antiguo Testamento pero, en aras de la exactitud de la información y de la verdad, debe notarse que también tomaremos en consideración aquellos libros que se encuentran en el Canon Católico, pero que no son reconocidos por el Canon judío (que, además de aceptar todo el Nuevo Testamento, no incluye los libros de Tobías, Judit, I y II Macabeos, Baruc, Sabiduría, Eclesiástico, partes de Ester y Daniel).

El libro de la Sabiduría
Una evolución más articulada de lo que estamos examinando se encuentra en el libro de la Sabiduría, el último de los libros del Antiguo Testamento.
Fue escrito directamente en griego por un autor judío que pertenecía a la comunidad judía residente en Egipto, especialmente en Alejandría. Compuesto en el siglo I aC, este texto, a pesar de tener el objetivo de reforzar la auténtica tradición y herencia histórica de la fe judía, no pudo sustraerse a las influencias de la cultura y la mentalidad helenísticas que encontraron su máxima expresión en aquella ciudad.
En el capítulo 5 se hace referencia expresa a una forma de recompensa que trasciende la vida terrenal y se proyecta en lo absoluto del mundo divino, que supera la oscura y entristecedora concepción del sheol para dar a los "justos" la certeza de la vida eterna (no pero corporal) vivido enteramente con el Señor:
Porque la esperanza de los impíos es como paja que el viento trae debajo [...]. Los justos, por otro lado [verso], viven para siempre [eternidad], y su recompensa y cuidado están en su señorío en las alturas. (Sab 5,14-15)
Aquí se hace referencia a una certeza precisa sobre la inmortalidad del alma tal como fue concebida por la cultura helenística, que reelaboró ��los conceptos expresados ��por las corrientes filosóficas de derivación platónica y aristotélica. Estos conciben al hombre en clave dualista, poniendo una clara distinción entre el elemento corporal, destinado a desaparecer, y la parte espiritual, de origen divino, destinada a la vida eterna.
Pero para encontrar una afirmación real sobre la resurrección de entre los muertos hay que leer los dos libros de Macabeos y el libro de Daniel.

Los Libros de los Macabeos
Los Libros de los Macabeos contienen la narración de los acontecimientos judíos que ocurrieron en el período comprendido aproximadamente entre el 175 y el 135 a. Es un momento histórico muy difícil para los judíos, caracterizado por amargas luchas libradas contra los generales de Antíoco Epífanes, señor de Siria, y contra los "paganos" helenizantes en general. Esta lucha fue encabezada por Matatías, fundador de la dinastía asmonea, y luego por sus hijos, en primer lugar Judas llamado Macabeo (apodo que significaba "martillo" o "enviado de Jahwè") y del que toman el nombre los libros en cuestión.
Precisamente esta larga guerra fue el detonante, el origen y la causa de la precisa afirmación que encontramos en el segundo libro. De hecho, debido a la guerra, en ese período hubo muchos mártires, es decir, aquellos que murieron para dar testimonio de su fiel apego a las tradiciones del antiguo Israel.
Fuimos testigos de un aparente e inconcebible absurdo: ante este inmenso sacrificio de tantas vidas humanas respetuosas de la sagrada tradición, los paganos prosperaron, los perseguidores aparecieron victoriosos, la muerte de muchos jóvenes judíos apareció sin sentido, una derrota aplastante e inexplicable desde estos "justos" murieron por su fidelidad a la Ley de Dios.Todo esto requería una explicación: no era posible ni comprensible que Dios se hubiera olvidado de su pueblo hasta el punto de permitir que se produjera una injusticia tan flagrante.
La necesidad de encontrar una explicación que hiciera aceptable una situación tan angustiosa era cada vez más fuerte y así lo que hemos visto como una idea aún no determinada en sus aspectos fundamentales toma en cambio una forma clara, una concreción capaz de poner fin a la perturbación desesperada de un pueblo que ve a sus mártires olvidados por el Dios por el que murieron.
Llegamos así al "cierre del círculo": a partir de la representación de un sheòl poblado de sombras, llegamos a la concepción de una vida eterna ligada a la retribución -post mortem, en el más allá- de los trabajos realizados durante la vida terrenal
Una verdad reconfortante: los mártires no murieron en vano, tendrán su justa recompensa.
El capítulo 7 del segundo libro de los Macabeos cuenta la historia de siete hermanos que fueron torturados y asesinados junto con su madre por el tirano Antíoco y cómo expresan su certeza en la justicia divina que recompensará a los justos y castigará a los malvados. El segundo de los hermanos dice:
Tú, azote, del estar presente [estar cerca] de nosotros para vivir, pero los reyes moribundos del cosmos nos harán resucitar por sus leyes hacia [por] siglo [eternidad] resurrección de vida. (2 Mac 7.9)
El tercero:
Del cielo he obtenido estos [miembros], pero a causa de sus leyes no me importan y de él espero ser informado de nuevo. (2 Mac 7,11)
Cuatro:
Deseable siendo muerta por los hombres, Dios le da esperanzas [de] ser resucitada de nuevo por él. Para ti, sin embargo, la resurrección a la vida no lo será. (2 Mac 7,14)
Posteriormente la madre se dirige a sus hijos expresando la certeza de que Aquel que les dio la vida intervendrá de nuevo con una especie de segunda creación:
Por lo tanto, el fundador del cosmos, el formador de la especie humana [...] y el espíritu y la vida para ti nuevamente te la dará (2Mac 7,23)

Finalmente, el menor de los hermanos se vuelve hacia el verdugo que ya había matado a los demás y le dice:
Porque ahora han venido nuestros hermanos, los trabajos de corta duración de la vida eterna bajo [en] el pacto de Dios; en lugar de Dios llevarás los castigos de la arrogancia por el juicio. (2Mac 7.36)
He aquí, pues, una respuesta que surge precisamente en un momento en que es igualmente precisa y apremiante la necesidad de una intervención reparadora de esa justicia divina en la que todo creyente quiere depositar su confianza.
Toda la historia anterior de Israel nos había mostrado una fe en una justicia a realizarse en esta Tierra; recompensa y castigo debían materializarse aquí, ante los ojos del pueblo; en los primeros siglos incluso esta justicia concernía a la nación en su conjunto, el individuo no era el portador de responsabilidades personales por las cuales ser castigado o recompensado.
Ahora, en cambio, tenemos que registrar una evolución en el concepto de retribución, una evolución obviamente determinada por la triste experiencia del fracaso diario de la forma anterior de concebir la intervención igualadora de Dios: la vida cotidiana revelaba al pueblo todas las contradicciones y la vanidad de esta expectativa. ; la justicia divina permaneció escondida en lo absurdo del sufrimiento de los justos y la inaceptable prosperidad de los malvados.
Aquí entonces está la solución: lo que no vemos que sucede aquí y ahora sucederá más tarde, pero sucederá inevitablemente y será para siempre. Este es el nuevo concepto (esperanza) que ha madurado con el tiempo y se reafirma en el libro de Daniel.

Daniel
Compuesto en el siglo II a. C., el libro de Daniel es, por tanto, contemporáneo de los hechos narrados en los libros de los Macabeos, aunque su ambientación histórica, probablemente un artificio literario, se remonta a la época del exilio babilónico (siglo VI a. C.) . Es un texto puramente apocalíptico y por lo tanto está escrito respetando los cánones de ese tipo de literatura y contiene sus elementos característicos: la visión, el lenguaje simbólico y difícil de interpretar, la falta de una definición precisa, la expectativa del nuevo reino personificado por el Mesías que vendrá a restablecer el equilibrio roto por la maldad humana, etc.
En una de las visiones proféticas, Daniel dice:
En el tiempo que estará Miguel el gran príncipe de pie sobre los hijos de tu pueblo [...] y será tiempo de desdicha [...] muchos de [entre] dormidos de tierra de polvo despertarán, estos a [ porque] vive para siempre y estos para el [para] insultos [vergüenza), para [para] el horror de todos los tiempos. (Daniel 12,1-2)

¿Y Moisés?
Reflexionando sobre lo dicho, debemos notar que un primer hecho salta a la vista de inmediato: al tratar el tema de la resurrección de los muertos, nunca se menciona a Moisés.
¡Moisés, el fundador del judaísmo, no conocía la resurrección, o al menos no la que ahora nos presenta la Iglesia! Moisés era egipcio (cf. Ex 2,19) por educación, cultura, religión y, por lo tanto, probablemente tenía su propio concepto preciso de la supervivencia del difunto, concepto que sin embargo no nos transmitió y que ciertamente no incluía todos los individuos, ni siquiera los que formaban el pueblo elegido.

BREVE DIGRESIÓN
¿Y la tumba de Moisés?

Tal vez algún día los arqueólogos puedan desentrañar uno de los eventos más misteriosos de toda la historia de Israel: la muerte y el entierro de Moisés. Estos momentos tan importantes en la historia de un pueblo han sido deliberadamente ocultados en el silencio, los libros sagrados se han olvidado de contarnos lo que sucedió después de su "anunciada" desaparición: nunca nos han descrito ni el lugar ni los métodos de enterramiento de aquel. quien, de la nada, creó al pueblo de Israel y lo dotó de un sistema de creencias comúnmente considerado entre los más elevados entre los conocidos en la historia humana.
Se desconoce el lugar donde se encuentra la tumba de Moisés, nunca ha sido objeto de veneración como hubiera sido natural. Esperamos, pues, que los arqueólogos puedan arrojar luz sobre tan misterioso suceso y, si esto sucede, con toda probabilidad descubrirán que el enviado de Dios había preparado precisamente ese tipo de tumba que, según las creencias de la religión egipcia, fue el único capaz de garantizar la supervivencia del difunto que podía disponer de él. Pero aquí estamos en el campo de las hipótesis simples y nos hemos fijado el objetivo de ceñirnos siempre a la "letra" de los textos para analizar lo que se presenta como fruto de la revelación divina y por eso continuamos con nuestro examen.
Moisés por tanto no trata de la resurrección y toda la "revelación" posterior nos presenta una concepción muy simple y primitiva del más allá (el sheòl) hasta el momento en que madura en el pueblo la necesidad de dar una respuesta cierta a la necesidad. por una justicia que, contrariamente a las promesas de la tradición profética, no se refleja en los acontecimientos de la realidad cotidiana.
Así nació la idea de la vida eterna ligada a esa retribución que, ausente en el curso de la vida terrena, debe "necesariamente" darse en algún otro momento, so pena de pérdida total de toda posibilidad de fe en un Dios justo y misericordioso.

Preguntas inevitables
Llegados a este punto del análisis, recordando las palabras de Pablo sobre la vanidad de la fe en ausencia de la resurrección, es inevitable comenzar a hacerse algunas preguntas:

• ¿Por qué Dios, desde la era de los patriarcas – ¡por lo tanto por un período de 1600-1800 años! – ha guardado silencio sobre el destino sobrenatural del hombre y de sus fieles en particular?
• ¿Por qué, entre las leyes que él mismo "escribió en piedra", no enunció también claramente la existencia de un juicio final con la consiguiente remuneración a disfrutar, o descontar, en la vida después de la muerte?
• ¿Por qué durante tanto tiempo su pueblo vivió en la ignorancia de un destino que inevitablemente aguardaría a todos los hombres?
• ¿Por qué no dio a los patriarcas, a los profetas ya los fieles en general la posibilidad de hacer la elección definitiva desde el momento de su primera "revelación"?
• ¿Por qué este nuevo y abrumador contenido de la "revelación" tuvo que esperar al nacimiento de la necesidad de justicia frente a una realidad que negaba claramente la validez de la confianza en una remuneración puramente terrenal?
Finalmente, por tanto, nos preguntamos:

• ¿Cuándo aparece la fe en la resurrección del cuerpo?
Para responder a esta última pregunta debemos examinar lo que está escrito en el Nuevo Testamento: también aquí, como se verá más adelante, asistimos al nacimiento de una "presunta nueva revelación" ante una nueva necesidad específica.

1. Las citas son el resultado de traducciones literales realizadas por el autor, respetando también el orden de los términos tal como está presente en el texto hebreo (y en el texto griego de Sabiduría y Macabeos). El resultado es una forma que tal vez no corresponda a las reglas de la lengua italiana, pero ciertamente más cercana al pensamiento de los autores antiguos. Las abreviaturas de las obras citadas se indican en el Apéndice 7 (p. 177).