Es verdaderamente indignante cómo la corrupción ha infectado el fútbol boliviano, y lo peor de todo es que a menudo los responsables de este cáncer no enfrentan las consecuencias merecidas. Es un insulto a la pasión y lealtad de los aficionados que los culpables de empañar nuestros torneos y socavar la integridad de tan sobrevalorado deporte puedan seguir disfrutando impunemente de sus fechorías. A pesar de ello, seguimos adelante con las actividades deportivas, pero la sombra de la corrupción sigue planeando sobre nosotros, y es hora de que se haga justicia y se limpie el fútbol boliviano de esta vergonzosa mancha... diría alguien a quien le apasione ese deporte. A los admins de
Ajayu.org, no. Nos gusta el lolcito
El post es una excusa para publicar tan adecuada sátira historietil: