Muchos rememoramos el discurso de Evo a tiempo de promulgar la Ley de Organización del Órgano Judicial, vertido en junio de 2010, cuando efusivamente habló de promover una "profunda transformación y una revolución en la justicia boliviana", mencionaba nacionalizar el derecho "al descolonizar la justicia", y dijo que "ante las irregularidades cometidas en el pasado en la administración de justicia pensaba en cerrar las facultades de derecho que existen en las universidades" pero ya no lo pensaba porque encontró "abogados comprometidos con su pueblo y al servicio del país y que demostraron que es posible ejercer la profesión con idoneidad y en franco respeto de las normas".
*Tono sarcástico e irónico* Ahora parece que la descolonización de la justicia se está llevando a cabo, y de una manera completa, tal cual puede apreciarse de la declaración de un Magistrado del Tribunal Constitucional, Gualberto Cusi, que ya encontró la fórmula para resolver los problemas jurídicos y judiciales bolivianos, a través de un método Indígena Campesino Originario, que goza de pleno valor y validez en el marco de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, y qué mejor que las palabras del mismísimo Magistrado para explicar el método:
Cita de: La Razón/ANF/Luis Mealla/La Paz - 14 de marzo de 2012"En momentos de sueño, cuando tenemos que revisar los expedientes, acullico la coca y, en momentos complejos, consulto a la coca. En un caso de amparo constitucional, por ejemplo, están las opciones A o B, y se consulta a la coca para ver si vamos a fallar en sentido positivo o negativo. ¡En la coca sale!", dijo Cusi, en declaraciones a la red televisiva Gigavisión.
Con este método tan "válido", porqué no cerramos de una vez las Facultades de Derecho, de Ciencias Jurídicas, las carreras para jurisconsulto y abogado, y se abre la Facultad de la Hoja de Coca, con la carrera de Correcto Consumo y Lectura de Hoja de Coca, otorgando título de Licenciatura en Cocamancia con mención en Discernimiento de Sentencias y Nuevos Decretos.
Realmente me siento insultado como profesional del área del derecho, si alguien cree que poniéndole velas a un santo, o leyendo la hoja de coca, de té, la borra de café, la mano, el tarot egipcio, o qué se yo, le ayude a realizar sus labores y a discernir lo correcto de lo no, que lo haga, ¡perfecto!, pero que no lo diga públicamente, menos aún que haga una apología a ello indicando que no se usa ni la razón ni el conocimiento para dirimir en un caso jurídico concreto, resulta aberrante la idea de que una mancia sea la solución para los Amparos Constitucionales complejos.
Cuando este "Magistrado" fue entrevistado, incluso mostró la forma en que resuelve los procesos jurídicos tan complejos:
Cita de: La Razón/ANF/Luis Mealla/La Paz - 14 de marzo de 2012Durante la entrevista, el magistrado mostró una parte del ritual que realiza durante el análisis de los expedientes. A manera de explicación, tendió un aguayo en una pequeña mesa, sobre él esparció la hoja sagrada y comenzó a escoger algunas hojas.
Agarró dos y las puso en extremos separados, indicando que "esas son las opciones A y B"; luego, tomó otro manojo de coca y lo arrojó sobre una de las "alternativas"; "aquí están las opciones y (la coca nos dirá si) vamos a fallar en sentido positivo o negativo; aquí ya sale", afirmó y señaló una hoja que escogió al inicio del ritual.
Siento que perdí cinco años de mi vida estudiando y quemándome las pestañas, era que aprenda a botar coca sobre un aguayo directamente, lo gracioso de todo es que hablan de descolonizar pero parece que vuelven a épocas del Imperio Romano, cuando dirimían lo justo de lo injusto revisando y "leyendo" las tripas de un cordero recién sacrificado (vaya descolonización).