A Modo De Diario
"La noche quedó atrás ... pero me envuelve
negra como un abismo entre ambos polos;
doy gracias a los dioses, cualesquiera que sean, por mi espíritu indómito.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
ni que me halle abrumado de castigos:
Soy capitán triunfante de mi estrella y dueño de mi espíritu"
William Ernest Henley
Quiero agradecer en primer lugar a los administradores de Ajayu por permitirme compartir por este medio algunas de las experiencias que viviré durante los próximos noventa días, tiempo en el cual estaré de viaje y viviré en una población rural del Departamento de La Paz - Bolivia, asimismo deseo agradecer a quienes se tomen un poco de tiempo para leer esto, muchas gracias por hacerlo.
Mi nombre quedara en el silencio y el motivo de mi viaje pues podría resumirlo como Burocracia Pre-profesional, no obstante este viaje, debo admitirlo, se presentó en un momento muy oportuno, y es que pasaron muchas cosas en mi vida en todos los ámbitos, desde profesionales hasta sentimentales, por lo que necesitaba alejarme de todo el ambiente en el que sucedieron para poder, como comúnmente se dice "enfriar la cabeza" y ver todo con mayor claridad.
No daré el nombre de la población en la que me encuentro, pero si descripciones que podrían ayudar a reconocerlo, lamento si eso decepciona un poco o le quita a algunos el poco interés que pudieran tener.
Hoy 25 de febrero del presente, partí de mi ciudad natal casi a las 16:00 horas rumba a la población en la que deberé trabajar durante los próximos tres meses, por asares del destino o por una pequeña ayuda del Padre Celestial, el poblado al que iré ya lo conozco, en si conozco muy bien dicho poblado y sus alrededores, y es que la familia de mi padre es originaria de esta región, muchas familias originarias de esa zona tenían grandes propiedades hasta la Revolución del 50 y la mayoría de las familias emigraron a la ciudad de La Paz, dejando sus propiedades en manos de los que entonces eran sus trabajadores que posteriormente vendieron sus tierras a migrantes de otras zonas geográficas del país, proceso migratorio que aun continua.
Bueno el punto que deseo dejar claro es que al tener la familia de mi padre propiedades en esta región, siempre estuve, conjuntamente con mis hermanos, ligado a esta tierra, como vulgarmente se suele decir, recuerdo que cada vacación escolar viajábamos hacia esta región y me encantaba, mejor dicho me encanta, tengo muy bellos recuerdos de toda mi vida acá y sé que aquí podre tranquilizar mis pensamientos y renovar mis energías.
Durante esta época del año llueve en casi la totalidad de nuestro país, lo cual hace dificultoso e incluso riesgoso el viaje hacia ciertos lugares de nuestro país, entre esos lugares se encuentra el poblado en que ya me encuentro. El viaje fue lento, el conductor del bus fue con mucha calma, tal vez por precaución con el estado del camino ya que estuvo lloviendo mucho y el camino quedo afectado por ello, mientras transcurría el viaje, podía apreciar cómo iba cambiando el aspecto geográfico de mi entorno, este viaje me trajo muchos recuerdos, más de los que habitualmente tenia al viajar, posiblemente sean las circunstancias que rodean a mi viaje y sobre todo a mi estado de ánimo. El aroma que despedían las plantas mojadas me transporto en el tiempo y por algunos instantes era de nuevo un chiquillo, me sentí tranquilo y sin ninguna preocupación el mundo era simple otra vez, pero el llanto de un bebe me hizo reaccionar, el viaje había durado más de lo acostumbrado y muchos de los pasajeros comenzaron a gritarle al conductor que estaba yendo muy lento, que necesitaban llegar rápido, guarde silencio y medite sobre la estupidez humana, cuando el conductor va muy rápido se quejan porque pueden sufrir un accidente y cuando va con calma se quejan porque es muy lento y piden mayor velocidad, para estas personas no existe un punto intermedio y si lo hay, le encuentran rápidamente lo negativo, la gente de nuestro país es muy pesimista, todo está mal y si no se nota a primera vista rebuscan todo para que este mal.
Bueno no quiero alejarme del tema, debí haber llegado al poblado casi a las 22:00, pero mi travesía aun no terminaba, debía caminar un buen tramo para llegar a mi casa, como temía el camino se encontraba en mal estado, como había llovido torrencialmente los últimos días la ruta que debía seguir estaba hecha un lodazal, normalmente ese recorrido se realiza en 5 minutos e inclusive menos, pero con el estado en el que se encontraba tarde casi media hora en llegar y como se imaginaran llegue con el barro hasta mi cintura, porque cada paso que daba hacia saltar lodo y este salpicaba a mi ropa.
Al llegar a casa me recibió el perro del cuidador, aun es cachorro debe tener máximo unos diez meses, su nombre es Oso y no tardó mucho en tomarme confianza y juguetear conmigo, me encantan los perros son animales muy nobles, mucho más que los humanos, al ingresar llame a mis padres y a algunas personas más que sabían que estaba de viaje y se preocupaban por saber si había llegado bien.
Para poder ingresar a mi casa tuve que quitarme casi toda mi ropa, no quería ensuciar el piso y tener que limpiarlo después, ya tuve que hacerlo en otras oportunidades y no deseaba volver a repetir esas experiencias, ni bien ingrese tuve que dejar mis bolsones de viajes en el baño, el barro les había salpicado por todo lado, inmediatamente me fui a la cocina a conectar al pequeño refrigerador que tenemos en casa, mi padre le puso el nombre de r2d2 o como comúnmente la mayoría de las personas dice Arturito, y es que el refrigerador se parece mucho a ese personaje de esa película tan conocida que decir su nombre resultaría redundante y obvio. Bueno al conectar a Arturito comencé a poner en su interior algunas de las cosas que me traje para comer que necesitan refrigeración.
La verdad no entiendo como seguía de pie, me sentía muy cansado, al querer acostarme me di cuenta que mis piernas estaba con barro, así que decidí ducharme rápidamente, al salir tuve que buscar las sabanas, almohadas y un cobertor para preparar mi cama, fue un trabajo pesado, mi madre había cambiado de lugar todas las cosas en su último viaje y olvido decírmelo, así que tuve que buscar las cosas; ya tendida la cama me recosté y ni bien pose la cabeza en la almohada quede profundamente dormido.