b/[·a] Psicología publicado por u/Rose Bellatrix Septiembre 23, 2013, 08:31:58 PM

Concursos de Belleza Infantiles: Entre juego, Maquillaje y Terror


A muchos les parece simpático. A defensores de la niñez, pedagogos y psicólogos no tanto. Incluso hay los que se escandalizan en demasía. Pero, ¿en realidad es en demasía o simplemente se trata de concursos graciosos que incentivan cualidades de expresión oral y "soltura" en niños?


En realidad todo es mucho más grave de lo que parece.

Actualmente se calcula que mueven alrededor de 5000 millones de dólares cada año. El epicentro de todo esto es Estados Unidos, donde incluso se ha llevado a cabo un "Reality Show" en donde las niñas compiten mientras los espectadores se divierten al ver el circo que arman las familias en conflicto.

Personal y profesionalmente me parece nauseabundo.


 
Niñas de cinco a doce años víctimas de padres y/o madres que parecen no tener límites y ver este tipo de concursos desde "simpáticos" hasta graciosos.


Antes de dar una opinión "Profesional" desde la psicología dar el personal es necesario.

Lo lamentable ha sido ver este tipo de concursos en Bolivia,  desde concursos en Colegios en donde se incentiva a elegir una "miss" de forma más temprana que hace algunos años (incluso niñas en primaria), así como también en programas en donde participan niños y en donde la ropa se presenta con un canon de belleza adulta "adaptada" para niños (ropa con escote, pequeñas minifaldas, etc.).



Para muestra un botón (y fotos).


Posteriormente el análisis psicológico de padres, tutores y todo el entorno adulto que, se supondría, está para "cuidar" y proteger a los niños. ¿Qué pasa con ello? Proyección de deseos frustrados, realmente?  ¿Cuál es el "daño" y lo que causaría a las niñas y  niños que son víctimas de este tipo de concursos? ¿Adolescencia "normal" es lo que les espera? ¿Son estos concursos las delicias de personas que se suelen llamar "pedófilas"? ¿Es una forma de violencia infantil? ¿Está de alguna forma penada más que moralmente por "algunos"?
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u/?????????? Septiembre 24, 2013, 12:58:57 PM
Me da flojera copiar, pegar y dar formato así que les dejo el link de la propuesta de ley contra la exacerbación del erotismo de niños, niñas y adolescentes! A mi criterio le falta mucho, pero mucho para estar bien escrita y redactada, pero algo es algo!


Como comentario y algo que nadie hasta el momento se ha percatado, es que, esta hipersexualización infantil también se encuentra muy marcada en los dichosos "clubs de baile infantil", "ballets, tanto folklóricos como de otra índole, infantil" y "academias de danza infantil" acompañado, claro está con aquellos sitios donde se imparten clases de "gimnasia rítmica" (que obviamente todos son infantiles), para muestra, pásense a ver alguna presentación de los susodichos mencionados y verán que no solo en los citados concursos de belleza infantil y elecciones de miss de los distintos colegios de toda Bolivia hipersexualizan a la niñez, y para aumentar la paranoia pásense a visitar las academias de "modelaje infantil" y las "academias de expresión oral y corporal para niñas y niños" que en nuestra urbe paceña existen un montón.


Espero que alguien mencione a la famosísima y cuestionada hacedora de misses e hipersexualizadora de niñas de Bolivia que se encuentra allá en el oriente!

PD: llegue aquí para escribir lo que Rose expuso, pero me gano, y la noticia la vi en la TV nacional, cuando un reportero y un psicólogo abordaban el tema, aunque por lo visto les falto mucho para poder hacer hincapié en el problema, el reportero parecía saber dónde estaba parado!

Interesante Post Rose :memenice:
Ultima modificación: Septiembre 24, 2013, 01:07:29 PM por ??????????
u/?????????? Septiembre 24, 2013, 01:20:02 PM

Haciendo uso del doble post! me pregunto qué clase de madre utiliza a su hija para que se preste a este tipo de eventos, la vista y maquille de esas formas, les saque fotos y las publique sin ningun descaro por las redes sociales y sobre todo, quienes son las personas tras todos estos eventos/ballets/academias/etc.?
u/?????? ??????? Septiembre 24, 2013, 04:59:46 PM
Me van a disculpar mucho, pero entre la erotización infantil y la aberrante paranoia de los adultos han convertido el arte de crear imágenes en un burdo espectáculo empalagante. Y venga a darle más y más interdicción a todo, me sabe tan retrógrada. Faucoult se volvería a morir de la rabia si viera los arquetipos culturales que manejamos hoy, toda la historia de la sexualidad y la microfísica del poder, escritas al fósforo.

Se me antoja realmente estúpido que esas mismas madres que castigan y se creen al pie de la letra todas las pajaradas que salen en "Lo que callamos las mujeres" también permitan a sus hijas bailar en leotardos para "sordo mudos" —si es que me hago entender—; por otro lado no me dejan de saber muy absurdas y escuetas ciertas inciativas legislativas con un criterio de pragmatismo ejecutivo tan endeble como la ley anti-corrupción. El tema debiera pasar por la educación, creo que Paulo Freire lo ha demostrado bien. Sin embargo son quejas al viento sordo. Van a tener que pasar muchas décadas antes que los propios usos y costumbres muten la cultura hacia puertos nuevos —quien sabe si buenos o malos—. Todo allá afuera, al menos en apariencia, luce como mares y mares de nihilismo y ortodoxia falta de honestidad. No lo sé. Creo que retomaré la novela que estaba escribiendo acerca de ciertas aberraciones sexuales relativas a estas temáticas; que sirva todo al menos para historieta.

Intersante punto has tocado, Bellatrix; me he explayado sin querer queriendo.... xD
u/Ignis Septiembre 25, 2013, 12:58:53 AM
Pues a mí no me parece tan malo. En general alimenta el ego de las niñas y el hecho de sentirse "bonitas" de forma reconocida por mucha gente puede ser positivo para su autoestima. Claro que se vuelve un problema cuando los padres empiezan a forzarla contra su voluntad cuando son ellos mismos los que desean llenar ciertas carencias a través de sus hijas, pero si no pasa eso...
Además, dejando de lado la "indignación" que les provoca (aparentemente a todo el mundo acá...), el que una niña se vista así y actúe así... qué daño les hace a ellas mismas? Ninguno...!
u/p-chan Septiembre 25, 2013, 01:48:21 AM
Buen tema Rose, como siempre he dicho, me encantan tus publicaciones.

En lo personal, no me indigna, aunque no creo sano nada de esos concursos de belleza infantiles. Si bien Ignis tiene razón al decir que sube el ego a las niñas, pues se equivoca, a mi parecer, con lo de no hacerles daño.

Uno, está la formación en valores, priorizarán lo físico sobre cualquier otra cosa, es algo ya visto en muchos casos e incluso hay un documental que se difundió cerca del 2001.

Dos, la salud. El maquillaje a temprana edad causa problemas a la piel a largo plazo, como es el envejecimiento prematuro de ésta. Los zapatos de taco alto repercuten negativamente en rodillas, pies, espalda y pantorrillas, principalmente si son usados desde temprana edad. Por último, regímenes alimenticios poco convenientes para menores de 25 años, pues afecta el desarrollo en general.

Tres, la frustración. No todas ganan, ¿cómo crees que se siente la perdedora? ¿y si pierde o segundea en más de un concurso seguido?

Nuevamente, no creo que sea motivo para rasgarse las vestiduras, pero no veo como algo sano todo esto.

Una vez más, gracias Rose por tan buen tema XD
Ultima modificación: Septiembre 25, 2013, 01:50:13 AM por p-chan
u/Ignis Septiembre 25, 2013, 12:35:14 PM
Méh... lo de perder o segundonear se aplica a montones de actividades infantiles, como el fútbol...
No dirás que estás de acuerdo con ésos partidos de fútbol en los que no se cuentan los goles, que promueven ciertas madres de familia o algo así?
No aprender a lidiar con el fracaso es peligroso....
(Ah, y pensar que la niñas necesitan más protección que los niños en ciertos casos raya en el proteccionismo machista, o al menos éso oí...  :-X)
Lo de la superficialidad... ya había muchísima gente así desde antes que empezaran éstos concursos. Además de que en la formación del carácter de un niño intervienen muchos otros factores, como la personalidad de los mismos padres. Ni qué hacer en ése caso.  :-\
Lo del maquillaje sí, de acuerdo.
Lo de la alimentación, igual. Pero ambas cosas se podrían omitir y ya...

Ultima modificación: Septiembre 25, 2013, 12:48:47 PM por Ignis
u/p-chan Septiembre 25, 2013, 02:52:01 PM
Metiéndole calda a la charla...

No es lo mismo perder en un partido de fútbol, donde simplemente sigues entrenando para ser mejor, a perder en un concurso de belleza, donde tienes padres que se obsesionan con el asunto y de paso tú crees que eres hermoso y resulta que a juzgar de un grupo de personas, pues no lo eres. Es cierto, hay que saber manejar la derrota, pero la presión a la que están expuestas esas niñas concursantes es muy diferente que la de un deportista.

La superficialidad es algo que existe fuera de los concursos, pero formar a alguien bajo esos parámetros como valores principales conlleva traumas para toda la vida, lamentablemente, es lo que hacen muchos padres de "niñas misses".

Es cierto lo último que dices, "se puede omitir", también lo de los valores y demás, el problema es que la realidad en muchos casos difiere de una omisión posible.

De todas formas, la existencia de esos concursos y que hayan padres aberrantes que en lugar de inscribir a sus hijas e hijos (sí, hay versiones para niños) en un afán de crecimiento y experiencia, lo hagan por dinero, sueños frustrados o lo que sea, pero olvidándose de valores sólidos, es lo que me parece insano, eso y lo del maquillaje y los tacones.
u/?????????? Septiembre 25, 2013, 04:34:19 PM
"Quien nunca hace nada, nunca se equivoca, pero tampoco acierta."

Subrayando, el principal problema en esta temática no es el niño o la niña (en todo caso ellos son los afectados), sino los padres y los organizadores/promotores de estos eventos.

Y ya que hay que echarle leña al fuego:

Citar"alimenta el ego de las niñas y el hecho de sentirse "bonitas" de forma reconocida por mucha gente puede ser positivo para su autoestima
Para esta afirmación se necesitan fuentes.

Citar"Claro que se vuelve un problema cuando los padres empiezan a forzarla contra su voluntad cuando son ellos mismos los que desean llenar ciertas carencias a través de sus hijas, pero si no pasa eso"
Si a una persona le enseñan desde los 12 meses de nacida, en el peor caso, a que su vida es asistir y ganar a toda costa estos "concursos de Erotización", esto significa que la están forzando contra su voluntad, debido a que ella nunca tuvo la oportunidad de decidir si lo quería hacer o no, y a esto se agrega que, un niño siempre hace lo que sus padres le dicen.

Citar"Además, dejando de lado la "indignación" que les provoca (aparentemente a todo el mundo acá...), el que una niña se vista así y actúe así... qué daño les hace a ellas mismas? Ninguno...!"
Falso, el daño de desvalorización y cosificación se genera en estas niñas, así como también graves problemas de distorsión de la imagen corporal  y la implementación de falsos estereotipos sociales.

Citar"Méh... lo de perder o segundonear se aplica a montones de actividades infantiles, como el fútbol..."
El futbol es un deporte que se juega en equipo, y se gane o pierda, no afecta al individuo, las actividades donde tu principal preocupación es la apariencia física hacia los demás, lastima emocional y psicológicamente, y marca de por vida el desarrollo de l@s niñ@s. Creo que es errada tu forma de comparar un deporte con una actividad donde lo único que se mide es la belleza. (La belleza es subjetiva a cada una de las personas y no puede ser medido con estándares, mientras en el deporte los estándares son medibles y cuantificables)

Citar"No aprender a lidiar con el fracaso es peligroso...."
El fracaso solo debería ser entendido en el ámbito de estudios/trabajo u otras situaciones que lleven al crecimiento personal y social y no en nimiedades como estos "concurso de belleza" que no aportan en nada, y más bien lastiman la personalidad de l@s niñ@s

Citar"Lo de la superficialidad... ya había muchísima gente así desde antes que empezaran éstos concursos. Además de que en la formación del carácter de un niño intervienen muchos otros factores, como la personalidad de los mismos padres. Ni qué hacer en ése caso.  :-\"
Seguir al rebaño sin cuestionar nada, es síntoma de conformismo, el problema en este caso no trata sobre las niñas, trata sobre los padres y los que organizan/promueven este tipo eventos.



Algo para leer?
Moda, cuerpo e infancia. Una indagación exploratoria sobre la erotización del cuerpo femenino a partir de las modalidades de la moda infantil
SEXUALIZACIÓN DE LA NIÑEZ EN LOS MEDIOS
u/Ignis Septiembre 25, 2013, 06:54:42 PM
Ok, éso es un sofismo. No todos los deportes son de equipo. Al participar en cualquier clase de competencia te arriesgas a ser el "más inepto"...
Y no me digan que no hay padres que no se obsesionen con el rendimiento deportivo, o académico, por poner algunos ejemplos, de sus hijos, llegando incluso a ejercer intimidación y violencia.

Por otro lado... es raro que a alguien que "critica" el "seguir al rebaño sin cuestionar nada", le preocupen cosas como cosificación y estereotipos sociales. En todo caso, si todo el mundo fuera así de "librepensante e independiente" como vos decís, las tendencias y convenciones sociales no tendrían porqué afectar a nadie... o sí...?
:umad:

Yo opino que se podrían organizar éstos eventos de forma saludable. Ahora que si hay padres que ponen presión extra en sus hijos por nada éso es otro asunto, y que se extiende a muchas otras actividades.
Ultima modificación: Septiembre 25, 2013, 07:00:54 PM por Ignis
u/?????????? Septiembre 26, 2013, 08:49:50 AM
Aun no veo las fuentes en las que se sustentan algunas opiniones!
Para los que deseen leer algo les dejo el reporte publicado en 2007 por parte de la "American Psychological Association" titulado "Report of the APA Task Force on the Sexualization of Girls". Y el estudio que realizo el Gobierno Británico en 2011 conocido como "El Informe Bailey".


Mas información será publicada por aquí para los que deseen un poco de lectura!
u/Teru Mikami Septiembre 26, 2013, 11:40:29 AM
Que curioso que entre tantos autoreconocidos amantes de las lolis, no exista una opinión respecto a un punto neurálgico trascendental:

"¿Son estos concursos las delicias de personas que se suelen llamar "pedófilas"?"

Es evidente que si. Hay, al menos en los noticieros de medio día, sendos reportajes que dan fe que las personas con este tipo de gustos - y con el mayor descaro - han aumentado al punto de aparcar sus vehículos en inmediaciones de escuelas y dar rienda suelta a sus deseos viendo "en vivo", con mucha imaginación mórbida de por medio, lo que en canales como Discovery Home & Health ofrecen diariamente sin el menor pudor.

Estos concursos son deleznables. Muchas de las fotografías que ilustran el tema dan cuenta de todo lo que se ha dicho: Se incita a la sexualización de menores de edad bajo tristes estándares de belleza, que no son mas que una competencia burda. Al igual que el fútbol, sea deporte o no... no me vengan con la idea mojigata de que en este país - o en los otros - se compite por disfrutar y mejorar. SE COMPITE PARA GANAR, y si no se gana la presea del certamen, se gana DINERO. Oseáse, he ahí la explicación de porque nuestro mediocre futbol todavía se vende, y mantiene en forma cómoda a los dirigentes y demás gente que vive a costa del espectáculo de los jugadores. Al igual que los padres de es@s niñ@s, con el hecho de presentarl@s en la competencia, por mas aberrantes que sean las calificaciones que obtengan, los padres ganan: La satisfacción de hacer que algo suyo concurse y pueda ganar. Exhibir a sus hijos como cosas. Y porqué no, de los mas desgraciados que hay, prostituir a sus retoños.

Hey que acá no vamos a decir medias verdades. Nuestra sociedad, y hablo de La Paz, esta bien pervertida ya. Hay padres que se dedican a eso, y no respetan ni a bebés.

¿Cuál es el "daño" y lo que causaría a las niñas y  niños que son víctimas de este tipo de concursos?
En el mejor de los casos, un total engreimiento y alteración de la personalidad que les hará insoportables a medida que crezcan, con una visión centralizada y egoísta de la realidad que, de acuerdo a su suerte, puede convertirse en frustración o en el mínimo de los casos por afortunadas circunstancias, éxito personal.
En el peor, pedófilos consumados que se obsesionen con ell@s y los persigan hasta consumar delitos. Si. Esos que están pensando.

¿Adolescencia "normal" es lo que les espera?
Ya no se que pensar. El inicio de las relaciones sexuales cada vez a menor edad parece ser moneda corriente actualmente, y si eso se considera normal, estamos todos locos, porque este tipo de concursos de belleza... ¿acaso no tienen otro fin REAL que el de despertar la líbido del espectador con el uso de esas indumentarias y las características de los concursos?

¿Está de alguna forma penada más que moralmente por "algunos"?
Por si no quedó claro, yo repudio esto con todas mis fuerzas. Me parece asqueroso.

:fffuuuu:

u/?????? ??????? Septiembre 26, 2013, 04:39:39 PM
Esta va ser tremenda parrafada, dudo que alguien termine de leer este post, pero lo dejo acá para que los motores de búsqueda hagan su trabajo.

De algún modo intuía que este tema habría de virar tarde o temprano sobre el debate de la pedofilia y la pederastía. Me alegro que Teru lo haya abordado y quiero poner algunos puntos de manifiesto con relación al tópico, si el dios Google me ayuda a que esto sea leído por quienes sí necesitan orientación en el tema, pues dormiré en paz cuando termine mi aporte en este hilo y pueda regresar a casa a tomarme un vaso de Jack Daniels.

Hace años —antes de mis días en Todoketai— tuve la, como decirlo, suerte dadaísta de conocer a una persona confesa y orgullosa de experimentar sentimientos eróticos y románticos hacia niñas menores de 14 años, más que todo hacia una chica en concreto. Mi amigo tenía como 36 años cuando lo conocí, yo tenía 17. En ese entonces no sabía muy bien el significado de la palabra pedofilia, sabía lo mismo que cualquiera. Por temas de rencor personal no me importaba ni su semiótica, su sintaxis, morfología o etimología. Eso sí, sabía perfectamente bien lo que era un violador; vi a una de mis amigas más entrañables caer en las garras lúdicas de su padre y perder todo retazo de cordura ante los constantes abusos sexuales que ella jamás denunció, hasta su deceso. Empero mi rabia contra los que yo asimilaba como pedófilos, jamás dejé mi frustración del prejuicio opresivo desencadenarse contra aquel buen amigo mío que profesaba un extraño amor platónico hacia una niña que podía ser su hija. Lo curioso es que él jamás conoció a su objeto de noches en vela, eso lo supe tiempo después. Era raro verlo llevarse tan bien con niños y niñas de su trabajo sabiendo que sus tendencias sexuales podrían representar un peligro para los pequeños. Finalmente la policía se lo llevó un día, pero no bajo acusaciones de abuso sexual, como cualquier podría suponer, sino por asuntos de evasión de impuestos en su país de origen. Supe que él falleció años después en una celda en su país natal, se colgó sin dejar siquiera una carta de despedida.

Recuerdo que antes de su extradición él y yo conversamos toda una noche durante una de mis primeras farras con "borrado de película" incluido. Aunque no logro recordar cómo acabé en mi cama y con sangre ajena en la camisa, jamás olvidé todo lo que hablé con él ese día. Esa conversación marcó mi vida para siempre y entre el dolor de la pérdida de una amiga en manos de un vil violador y el triste adiós de otro amigo que fue como mi maestro en las artes del sentido común, decidí indagar por la respuesta a una pregunta que no terminaba de cuadrar en mi mente: ¿qué es realmente un pedófilo?

Me tomó 5 años de búsqueda y estudio llegar a la respuesta. Invertí esfuerzo, tiempo, dinero y muchos sacrificios para comprender cómo era posible que una persona con confesos sentimientos "románticos y eróticos" hacia niñas púberes pudiera haber sido encarcelado por cualquier otra razón menos por abusos sexuales. ¿Deuda impositiva?, ¡por favor!, hasta a Capone le cargaron la trampa y sin darme cuenta me vi preso de mis propias promesas a un muerto. Cuando finalmente hilvané todos los elementos y estudié a fondo la bibliografía obtenida, con los resultados escribí una novela que llevó como 2 años de mi nada pintoresca vida acabar; y eso que aún la estoy editando. En resumen, lo que aprendí fue lo siguiente:

El asunto de la pedofilia no es simplemente una parafilia o una enfermedad. No es algo que pueda combatirse con leyes cada vez más rígidas. No existe forma legislativa de luchar contra la pedofilia porque simplemente se trata de una característica psíquica que afecta a 5 de cada 10 hombres en el mundo occidental y quizás sea un volumen mayor en el mundo oriental. En palabras del Dr. Bismarck Pinto, "el único modo de tratar la pedofilia es el apoyo de la familia y una terapia adecuada".

Un pedófilo puede no ser un violador y un violador puede no ser pedófilo. La patología del violador infantil tiene orígenes que no siempre están relacionados a la premeditación del acto de abuso contra los niños o las niñas; mucho menos al placer sexual o peor aún al romance. Evidentemente existe una falta de conocimiento de las causas que pueden llevar a un violador infantil a cometer sus terribles abusos. Pero entre las más probables, aparte del síndrome post-traumático de ser víctima, abuso de drogas y alcohol, y la violencia escolar y familiar, se encuentra el propio diseño psíquico del violador el cual no puede determinarse sino hasta que es demasiado tarde.

Ahora veamos esto con un ojo todavía más empírico y preguntémonos de nuevo: ¿Qué lleva a que una persona se comporte como un agresor sexual? Su perfil señala mayor probabilidad de varones que mujeres (80 a 92%) sobre todo cuando la víctima es mujer (González, Martínez, Leyton y Bardi, 2004). En un estudio efectuado en prisioneros de la cárcel de Pereiro de Aguiar (España) se encontró que los delincuentes sexuales de mujeres adultas presentan más síntomas de hostilidad, mientras que en los abusadores de menores se detectan más síntomas de ansiedad fóbica (Castro, López y Sueiro, 2009). El ofensor sexual tampoco se enmarca dentro de los cánones esperados del placer sexual, sino que lo reforzador es la sensación de poder y control (Madanes, 1993, Rambo, 2009). La conducta violenta no debe ser reducida a la respuesta sexual del agresor porque importa el contexto relacional donde se produce. La víctima se siente traicionada porque fue engañada por alguien en quien confiaba ya que la mayoría de agresores/as pertenecen al entorno cercano de la víctima, como por ejemplo en un estudio llevado a cabo en Chile se indica que las personas que perpetraron el acto criminal fueron: figuras paternas (38,04%), miembros de la familia extensa (29,19%) o conocidos de la víctima (17,70%) (En: Lameiras, Carrera y Failde, 2008) datos que coinciden con estadísticas internacionales (May-Chahl, y Cawson, 2005). ¿El agresor sexual responde necesariamente a un perfil de personalidad? El estudio de Maffioleti y Rutte (2008) plantea un rotundo no, porque los datos que obtuvieron en una muestra de 70 ofensores sexuales en Chile muestran que no es posible identificar factores psicosociales ni de personalidad que por sí solos sean típicos de los agresores sexuales. Si bien es posible identificar una falta en el control de los impulsos, eso no significa que los agresores sexuales no hayan podido adaptarse al medio en el que vivían antes de manifestar la conducta violenta.

Si los determinantes de la agresión sexual no se refieren necesariamente a un prototipo de personalidad, el otro factor en juego es el biológico. Marshal (2001) señala que pocos estudios han encontrado una relación significativa entre la presencia de una hormona (eventualmente la testosterona) con los delitos sexuales, los que sí encontraron alguna relación la establecen entre el 5 al 15%. Dabbs es uno de los más interesados en el estudio de la testosterona y su relación con el comportamiento humano, después de muchas investigaciones y revisiones de artículos científicos sobre el tema, concluye que es evidente que la testosterona se relaciona con el comportamiento sexual pero que la relación no es precisamente clara (Dabbs, 2002, pág. 121). Dabbs, Carr, Frady y Riad (1995) revisan los niveles de testosterona en setecientos reclusos estadounidenses y obtiene "registros atemorizantes" en aquellos con más altos niveles de testosterona, pues eran autores de crímenes crueles (violación, abuso infantil, homicidio, asalto y robo). Estos reclusos estaban involucrados en comportamientos destructores y combativos dentro del penal, los guardias los identificaban con los más peligrosos. Uno de cada veinte prisioneros es mujer, por lo que Dabbs, Ruback, Frady, Hooper y Sgoutas (1988) sus colaboradores investigan el nivel de testosterona de 171 prisioneras, encontrando una relación significativa entre los niveles altos de testosterona y el crimen violento. Dabbs indica, por ejemplo, que tanto los varones con altos niveles de testosterona como aquellos con bajos manifiestan satisfacción en su vida sexual.

Lo más significativo tiene que ver con que los varones con niveles de testosterona superiores al promedio manifiestan mayor variabilidad en su vida sexual (ob.cit.) Podemos concluir entonces, que la testosterona se relaciona con el comportamiento violento pero que no es posible aseverar lo mismo en relación al comportamiento sexual. Se han planteado como alternativas de prevención la castración quirúrgica y la inhibición de la testosterona. La primera es una operación irreversible, mientras que la segunda es reversible (Rösler y Witztum, 1998) Se ha usado la Depo-Provera (una forma sintética de la progesterona) para inhibir la producción de testosterona, es lo que se denomina "castración química". Lemonick (1997) plantea que los estudios europeos acerca de la eficacia del método en la disminución del crimen deben ser revisados debido a que las personas sometidas a la Depo-Provera fueron criminales voluntarios para ser castrados, lo que las convierte en personas inusuales. "Cuando la castración química funciona, lo hace al disminuir la violencia general de un recluso más que disminuir su interés en el sexo" (Debbs, ob.cit., pág. 121). Otro problema en la elaboración de conclusiones sobre la testosterona y su influencia en el comportamiento sexual es que esta hormona incrementa la frecuencia de relaciones sexuales, pero a su vez, las relaciones sexuales incrementan la producción de la testosterona. ¿Qué es primero, el huevo o la gallina? Aún más, la anticipación del comportamiento sexual incrementa la testosterona (Debbs, ob.cit.). Por su parte, Fitzgerald (1990) promueve el uso de la Medroxiprogesterona acetato (MPA) como un recurso idóneo para la disminución del crimen puesto que disminuye el deseo sexual del agresor sexual permitiéndole seguir con el programa terapéutico de rehabilitación, además que no viola la integridad del acusado al no generarle ningún daño cruel. Guimón (2007) expresa que la mayor dificultad en la aplicación de los inhibidores de la testosterona es que resulta difícil diferenciar la parafilia o variación sexual atípica (ejemplo: sado masoquismo, voyeurismo, fetichismo, etc.) de la agresión sexual, principalmente porque su definición ha sido distinta en la historia y culturas. Es imprescindible diferenciar el deseo "desviado" del parafílico del impulso incontrolable del ofensor sexual. Las características del agresor sexual pueden referirse a perfiles parafílicos, trastornos de personalidad, trastornos de ansiedad o psicopatologías graves. Malamuth (2003) plantea que la conducta coercitiva sexual se presenta en una amplia gama de personalidades, en las que se superponen los rasgos de distintos cuadros psicopatológicos; los criminales y los no criminales poseen – a pesar del sentido común- características similares. En otro estudio, el mismo autor encontró que en los criminales sexuales el interés por la pornografía es un factor que incrementa la probabilidad de la acción sexual delictiva, sin embargo no todos los consumidores de material pornográfico son agresores sexuales (Vega y Malamuth, (2007). También se estableció que los agresores sexuales cometieron a menudo otros varios actos antisociales además de la agresión sexual, mientras que los no criminales presentaban indicadores de personalidad antisocial pero que nunca derivó en conductas sexuales violentas (Vega y Malamuth, ob.cit.). La directora del Instituto de Psicología Forense de Granada (España) ha manifestado que "la mayoría de los violadores no tienen un problema sexual, sino que utilizan la agresión sexual como medio para expresar su violencia" (En: Smik, 2010). Por lo tanto, el tratamiento hormonal sólo se aplica a aquellos delincuentes sexuales que poseen patrones sexuales anormales, según las estadísticas, al 10% de los agresores sexuales, para el resto lo mejor es la psicoterapia dirigida a resolver los problemas de hostilidad, control de impulsos y baja autoestima (Smik, ob.cit.). A pesar de no haberse resuelto la polémica en relación al uso de los inhibidores de la testosterona, la provincia de Mendoza en la Argentina procedió con su aplicación debido principalmente al argumento de la reincidencia de los violadores, aunque estos criminales no tienen la obligación de someterse a este programa pero quienes se nieguen perderán la posibilidad de reducir sus condenas y de obtener libertad condicional (Smik, 2010b). Estudios realizados en Estados Unidos, España y Francia demuestran que la reincidencia de violaciones disminuye en 60% (Smik, ob.cit.). Sin embargo la inhibición de la testosterona no afecta otros aspectos de la coacción sexual como el deseo de amenazar al otro. Por otra parte, se presentan efectos secundarios (v.g., crecimiento del vello corporal, acné crónico). En Francia se vio que después de tres a cuatro semanas los niveles de testosterona se volvían a equilibrar luego del tratamiento con inhibidores, para después presentarse una disminución notable del deseo sexual (Lissardy, 2009). El uso de inhibidores hormonales no es suficiente en el tratamiento de los agresores sexuales (Briken, Hill y Berner, 2003). Olver y Wong (2009) investigan la eficacia de los programas terapéuticos aplicados a 156 prisioneros diagnosticados como psicópatas en cárceles federales de los Estados Unidos, encontrando que en general, los resultados sugieren que, dada las intervenciones de tratamiento apropiadas, los delincuentes sexuales con importantes rasgos psicopáticos pueden mantenerse en un programa de tratamiento institucional y las mejoras pueden reducir el riesgo tanto para la reincidencia sexual y violencia. El senado Francés presentó un estudio donde se refiere que en Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Gran Bretaña y Suecia el tratamiento puede aplicarse a ciertos delincuentes si lo aceptan voluntariamente. Sin embargo, hubo oposición al planteamiento francés, principalmente porque se está atentando contra los derechos humanos. Se plantea la decisión voluntaria del recluso al mismo tiempo que se la amenaza con la pérdida de ciertos beneficios. Finalmente, se considera el proyecto como una medida política que no considera los factores sociales inmersos en la problemática (Lissardy, ob.cit.).

Partiendo de que la probabilidad de coacción sexual es mayor entre miembros de la familia, el problema debería considerar los factores familiares responsables. Perrone (1997) plantea que el abuso sexual en las familias reconstituidas y las monoparentales son las que tienen más probabilidades de fomentar contextos de coacción. El padre por lo general responde al siguiente perfil: reservado, poco asertivo, con vínculos relacionales pseudo igualitaristas o bien se sitúa en el otro extremo: violento con rasgos sádico-depredadores. La madre suele responder al siguiente perfil: inmadura, ambivalente, defensora de la unión familiar, niegan aquello que contradice su visión de familia y justifican todo lo que lo confirma (Perrone, ob,cit.) Linares (2002) valora los estudios acerca de los trastornos de apego y los enfoques ecosistémicos en la relación con la coacción sexual. Señala que los criminales sexuales pueden ser carentes de emociones inhibitorias y los desprovistos de una ley social de prohibición. Estos últimos pueden a su vez subdividirse entre los que justifican el abuso y los que fueron criados en contextos que no censuraban explícitamente la actividad sexual coercitiva. Barudy (1998) describe al padre abusador como perteneciente a uno de los dos grupos siguientes: el padre regresivo que vincula su coerción incestuosa con crisis existenciales y el obsesivo pederasta crónico que tiende más al abuso extrafamiliar. La madre puede pertenecer a uno de tres grupos: aquella que rechaza y niega la presencia del incesto, la que es cómplice indirecta porque comparte aspectos de la visión del mundo del esposo, y la cómplice directa que instiga o participa en la coacción. La familia donde se produce el incesto se caracteriza por su disfuncionalidad ; la misma puede producirse en el ámbito conyugal o parental, o bien no existe armonía en la relación de los esposos o en la función protectora de los padres. Linares (2002) establece tres áreas de maltrato: la triangulación, la deprivación y el caos familiar. La triangulación hace referencia al involucramiento de los hijos en los conflictos conyugales (Pinto, 2005). La deprivación es la consecuencia del deterioro de las funciones parentales, deriva en el desinterés o la hostilidad hacia los hijos. El caos familiar es el resultado de la desorganización conyugal y parental propiciando una familia multiproblemática, donde se producen diversos fenómenos: emigración, precariedad laboral, prostitución, alcoholismo, etc., consecuentes todos ellos con la negligencia en el cuidado de los hijos (Linares, ob.cit.). La coacción sexual se produce en un contexto conformado principalmente por el agresor, la víctima, la familia de la víctima y el entorno social (Laughlin y Warner, 2009). Se trata de un ecosistema social donde el dolor ocasionado por el ofensor sexual no solamente atañe a su víctima sino al entono social. Por ello es imprescindible considerar las secuelas del abuso en los sentimientos de responsabilidad de los componentes sociales involucrados afectivamente con los actores principales del hecho. Existen cuatro dimensiones en la interacción familiar que corresponden al desarrollo emocional y espiritual de los miembros de la familia. En primer lugar se encuentra la dimensión donde las personas se esfuerzan para controlar su propia vida y la de los demás, es un lugar donde los miembros de la familia luchan entre sí para diferenciarse y ganar poder. La segunda dimensión se refiere al deseo de ser amado, se lucha para procurar atención y cuidados. La tercera tiene que ver con la necesidad de amar y proteger a los otros, obliga a establecer límites para no promover la intrusión, a mayor amor recibido más intensa es la necesidad de proteger a quien prodiga dicho amor. La cuarta dimensión se refiere al arrepentimiento y el perdón, es un lugar donde los miembros de la familia están dispuestos a reconocer los errores propios y ajenos, y donde se plantea la necesidad de perdonar (Madanes, 1993) Cuando se presenta el abuso sexual interno a la familia o externo, las cuatro dimensiones de la interacción se ven afectadas. Todos sienten que se ha fracasado en el afán de amar y ser amados, no se ha conseguido proteger por lo que se activa intensamente la cuarta dimensión: la necesidad del arrepentimiento y el perdón. Si no se ha reparado el dolor ocasionado por el abuso, toda la familia y no solamente la víctima sentirán los efectos de la experiencia a largo plazo. Se trata de efectos que lo invaden todo: el sentido de identidad, las relaciones con los demás, el amor, la sexualidad, la relación con los hijos, el trabajo y el equilibrio mental (Bass y Davis, 1995). El dolor del cuerpo es secundario al sufrimiento del espíritu: "...estuvo mal hecho porque provocó un dolor espiritual a la víctima" (Madanes, ob.cit., pág. 65). No importa cuál sea la religión o la cultura de la familia y la víctima, una coacción sexual es una violación del espíritu de la persona, se produce un dolor espiritual que impide la posibilidad de seguir viviendo. El dolor físico tiene un lugar donde duele, el dolor espiritual no. Algo se ha perdido, duele, pero no se sabe qué ni dónde (Boss, 2002). El ofensor sexual por lo general niega su conducta abusiva o culpa a los demás por sus actos. El proceso terapéutico se inicia con la confrontación de su responsabilidad, ayudarlos a comprender los motivos que le llevaron a cometer la conducta violenta, las consecuencias de lo que hicieron en la víctima y en quienes la aman, el efecto y sus propios seres queridos, promover el arrepentimiento y la necesidad de perdón, buscar alternativas para promover la reparación, alentar el desarrollo de mayor estima y respeto (Elms, 2002). Borduin y sus colegas (Borduin, Henggeler, Blaske, y Stein, 1990) mostraron un nivel de efectividad del 12,5% en la aplicación de Terapia Multisistémica (TMS) en relación al 75% de personas que volvieron a ser detenidas por delitos sexuales en tres años de seguimiento. Un segundo estudio, (Borduin, Schaeffer, y Heiblum, 2009) incluyó a 48 menores delincuentes sexuales al azar que fueron sometidos a la TMS. Ocho años y nueve meses después del tratamiento se observó que los participantes fueron significativamente menos propensos que sus contrapartes a cometer delitos sexuales (8% vs 46%) y no sexual (29% vs 58%). Letourneau, Henggeler, Borduin, Schewe, McCart, Chapman, Saldana (2009) presentan un estudio de eficacia donde comparan la TMS adaptada para los menores delincuentes sexuales con los servicios típicos de las previstas para los menores delincuentes sexuales en la juventud estadounidense. Fueron asignados al azar a la TMS 67 jóvenes agresores y al tratamiento habitual 60 adolescentes. Los resultados doce meses después fueron evaluados para identificar la presencia de problemas de comportamiento agresivo sexual. En relación con los jóvenes que recibieron apoyo con TMS se evidencia una reducción significativa en los problemas de comportamiento sexual, delincuencia y consumo de sustancias. Los resultados sugieren que la familia y las intervenciones que recurren a la comunidad, se manifiestan como una promesa considerable para satisfacer las necesidades clínicas de los delincuentes sexuales. El principal problema de la terapia aplicada a los agresores sexuales es la asistencia y llegada al término del tratamiento psicoterapéutico, por ejemplo, Larochelle, Diguer, Laverdière, Gamache, Greenman y Descôteaux, (2010) establecieron que el 40% de cincuenta abusadores sexuales de niños abandonaron un programa de tratamiento cognitivo conductual estimado en 65 sesiones. Luego vieron que aquellos que no cumplieron con el tratamiento respondían a estructuras de personalidad antisociales. Langevin (2006) en un estudio llevado a cabo sobre 778 varones recluidos por abuso sexual, encontró que el 50,6% manifestó interés en la psicoterapia, de los cuales el 42 % asistieron a algún programa de tratamiento psicológico y 13,6 % completaron el programa. Lo que muestra una vez más la pluralidad de factores que inciden en las características de los agresores sexuales. No es posible afirmar tácitamente qué tipo de tratamiento es el más conveniente, puesto que depende de distintas condiciones que no solamente involucran a la personalidad del agresor sino a las circunstancias del hecho. En un estudio llevado a cabo en un centro penitenciario de Madrid, se estudió el efecto de un programa sobre el control de impulsos en 21 prisioneros en comparación con 22 internos que no recibieron el tratamiento. Los resultados determinaron que el grupo experimental tuvo una reincidencia menor que el grupo control (13% vs. 4,5%) (Valencia, Andreu, Mínguez y Labrador, 2008).

Ahora bien, el ámbito de los crímenes sexuales tiene su asidero en que los diversos factores que interactúan en el delito están correlacionados por una evidente falta de comunicación. No hay que ser un genio para notar que un pederasta puede hallar sensaciones de lívido en cualquier lugar. No sólo en concursos de belleza o de baile televisados. Con sólo caminar al medio día por la ciudad de La Paz y encontrarse con una horda de niñas vestidas con uniforme escolar el pederasta ya sentirá morbo. Cuánta mayor ha sido la interdicción para prevenir, el delito ha sido más cometido. Mientras más amenaces más generarás que los aparatos involucrados al apetito del peligro se estimulen en un pederasta. Ellos tienen como principal característica el vivir con odio y temor, temor y odio. No son identificables y pueden estar en cualquier lugar. Sin embargo los estudios revisados coinciden en que no todos los ofensores sexuales y pederastas pueden ser tratados de la misma manera, habrá los que respondan mejor al tratamiento biológico, aquellos que se adecúan para los programas basados en el control de la violencia, los que responden mejor a los tratamientos cognitivo comportamentales y los que se adaptan a las terapias de grupo. La terapia psicológica con enfoque sistémico se ha constituido en el último tiempo como una opción que permite el desarrollo de procesos terapéuticos breves aplicados a diversidad de trastornos. Una de sus aplicaciones es el abuso sexual en el tratamiento de la víctima, el agresor y sus respectivas familias (Madanes, 1993, Rambo, 2009). Los diputados de nuestro país desestimaron la propuesta de implementación de la "castración química", cosa que podría ayudar a controlar los índices de reincidencia en la violación, y elevaron la pena para el delito de abuso sexual a treinta años de cárcel. Sin embargo aún existe una posibilidad propuesta por científicos holandeses de la cual me habló la Dra. Norma Barremechea. Se trata de la "pronosticación temprana". Es una técnica que ha sido incluida en escuelas de Holanda para identificar posibles perfiles correspondientes a un apetito ya sea pedófilo o pederasta.

Por otro lado, ¿qué diferencia existe entre un pedófilo y un pederasta? La RAE define pederastia como el abuso deshonesto cometido contra los niños// concubito entre personas del mismo sexo o contra el orden natural, sodomía. Por otro lado la definición de pedofilia, sacada del ensayo de Pablo Santiago "Alicia en el lado oscuro", señala que 'un pedófilo es alguien que tiene un interés por los niños que incluye un interés sexual. Un pedófilo no es un violador —no más de lo que lo es un varón heterosexual—. La mayoría de los pedófilos se dan cuenta de que los niños que tienen relaciones sexuales con adultos pueden tener algunos problemas por esta causa, sobre todo debido a la presión de la sociedad contra ello y los daños psicológicos que pueden conllevar en ambos. Por lo tanto, muchos de ellos incluso renuncian a la expresión de su sexualidad por el bien de sus amados, y soportan la resultante auto-victimización con paciencia de santo'. No, no es que los pedófilos, en desmedro de los pederastas, puedan ser considerados como santos. Son sólo seres humanos, "estúpidos seres humanos como la mayoría de los monos que habitan este mundo", dicho como Charles Bukowsky.

¿Y qué hay de la hebefilia? Esta es la característica más común entre los varones que, jurisprudencia mediante justifican sus usos y costumbres, se manifiesta en nuestra sociedad. Se trata de atracción hacia adolescentes o preadolescentes femeninas cuyo físico corresponde más bien al de una niña; y si se trata de una puberta, a su propia edad. Esto oxte ni moxte de las niñas que desarrollan precozmente y a los 13 ya se ven como de 20. Es también conocido como complejo de Lolita, de donde deriva posteriormente la cultura Loli Complex, alias lolicon.

Por definición, estos términos no son sinónimos de pedofilia. No obstante, en los países occidentales se ha usado con frecuencia la palabra pedofilia para referirse a la hebefilia o efebofilia cuando ésta es ilegal, o sea, para referirse a la atracción sexual hacia cualquier persona cuya edad sea menor a la edad de consentimiento sexual.

Debido a que cada cultura y estado define una edad de consentimiento sexual mínima diferente, la ilegalidad del término varía. Por ejemplo, en diferentes naciones musulmanas es aceptado a veces el matrimonio entre adolescentes o entre adultos y adolescentes.

Debido a que de país en país varían las normas para establecer la edad mínima legal en que un adolescente puede sostener relaciones sexuales voluntariamente con un adulto, la efebofilia no es un concepto estandarizado, así por ejemplo, en Argentina y España los 13 años son la edad mínima para la mayoría sexual, mientras en Costa Rica los 15 años, y en México depende de la ley estatal. Además, algunos países establecen edades de consentimiento diferentes para las relaciones heterosexuales y para las homosexuales. En Bolivia la edad legal es de 12 años en relaciones consentidas entre menores de edad, y de 18 sin recuse a estupro.

En Estados Unidos la edad de consentimiento varía, dependiendo de los Estados, entre los 16 y los 18 años.

Aún en las jurisdicciones donde es ilegal sostener relaciones sexuales con menores de 18 años si el concepto de adolescencia de Erikson se considera correcto, abarcando la adolescencia entre los 12 y los 21 años, aún en estos lugares sería legal sostener relaciones sexuales con adolescentes en su etapa más tardía (18 a 21 años) o post-tardía (21 a 24 años). Y considerando el último estudio realizado de la post-adolescencia, debería ser ilegal sostener relaciones incluso hasta los 34 años; edad en que recién cada persona es consciente de sus actos y responsable de sus acciones.

En síntesis la efebofilia no es ilegal en casi ningún país del mundo, aunque es regulada según leyes locales. Sin embargo el debate surge a partir de que el acto sexual no sólo implica placer sino también consecuencias. La terapeuta Karen Franklin considera que la efebofilia es una preferencia sexual natural y que una gran mayoría de hombres adultos sienten atracción por mujeres adolescentes, (por lo general menores de 25 años) por lo que no podría ser equiparado con la pedofilia, que según la estudiosa es claramente un trastorno sexual. Otros como Ray Blanchard consideran que la efebofilia debería incluirse dentro de los trastornos sexuales en el DSM-V35. Incluso a la fecha, en Bolivia se trabaja en opciones legislativas que prevengan la incitación a la efebofilia. Sin embargo, y como toda ley de censura sexual ha sido a lo largo de la historia, es ejecutivamente imposible de aplicar. Siempre habrá fotógrafos que eroticen a las niñas y adolescentes, siempre habrán niñas y adolescentes que se eroticen ellas solas sin saber lo que hacen sólo por seguir una moda y siempre habrán varones que no puedan evitar sentir miles de sensaciones eróticas y románticas por ellas. Entonces, ¿a qué nos estamos enfrentando?

Pederastas, pedófilos, hebéfilos y violadores han sido colocados en un solo saco, generalización que en lugar de ayudar a prevenir la violencia sexual, la está alentando. No lo digo yo, lo dicen los noticieros, toda esa prensa amarillista que llena los bolsillos del dueño del medio con artículos de violaciones que alimentan el morbo popular. Una opción socialmente terapéutica sería empezar a ordenar la casa, los términos, los juicios y prejuicios. Sólo con un poco de disciplina metodológica es posible encarar emprendedurismos legislativos coherentes y legítimos.

Algunos mitos sobre la pedofilia han exacerbado una imagen errónea de esta patología, por lo tanto estamos combatiendo el problema con técnicas erróneas. No se pude pretender trabajar con la víctima si primero no se trabajó para prevenir que exista un victimador. Los resultados en Holanda para la detección temprana han dado fruto en un país cuyo debate sobre el tema tiene una larga e infructífera tradición.

Para acabar este largo post que poco o nada aportará al debate sobre los concursos de belleza infantiles sólo mencionaré que no se puede curar una enfermedad de la que poco o nade se conoce, o de la que se tiene información equivocada. No existe una cura universal ni un argumento que, como mazo de juez, sea aplicable a todos los humanos que manifiestan estas conductas. La propia concepción del fenómeno es borrosa. En varios países, si una chica de 12 años tiene relaciones con su novio de 14,  el chico podría ser acusado, según código penal, por "estupro". En nuestro país es totalmente normal ver chicas de secundaria con novios de universidad, pero en la intimidad pueden estar delinquiendo. Tranquilamente podríamos ir a un certamen de baile y decir que los atuendos erotizan a las niñas para al día siguiente asistir con nuestras hijas a la piscina a estrenar un nuevo traje de baño. ¿Acaso las forzaremos a meterse al agua con un vestido victoriano? Entre la paranoia hacia el sexo relacionado con la adolescencia y la infancia, y el objetivismo de la problemática de la violencia sexual y sus estímulos, existe un vacío argumental que raya en la incoherencia. Claro, cuando una madre en casa habla sus incoherencias está muy bien. Lo angustioso es cuando esa inconsistencia llega a magistrados, a la cámara alta o baja, al ejecutivo, al legislativo, al judicial, al tribunal constitucional, a los medios de comunicación, a la Policía y las fuerzas del orden; o cualquier aparato de poder. Michel Faucoult, mediante su "Historia de la sexualidad" y su "Microfísica del poder", nos enseñado que la sexualidad no es una fatalidad, sino una oportunidad de nuevas formas de amar y de proteger lo que se ama mediante un poder que conoce los pilares de ese amor. Su muerte voluntaria es la prueba fehaciente de que tenía razón. No sé si este post llegue a los lectores precisos o no, sólo sé que esto debía decirse tarde o temprano. Escribí una novela que publicaré pronto con este propósito y lo adelanto un poco para cumplir la promesa que hice a mi bizarro amigo pedófilo; le prometí investigar el tema y difundir los resultados. Bueno, aquí están parte de ellos.


¡Ah sí!, lo olvidaba. Odio los certámenes de belleza infantil... ¬¬ ...
u/?????????? Septiembre 26, 2013, 09:27:58 PM
Габура Ликанон
Me lo leo en la noche mientras trato de conciliar el sueño

El escrito se queda para el histórico del foro, y te recomiendo que lo publiques aparte en esta misma zona, gracias por escribir el resumen de tus estudios.

Para TERU!

Que significa esta imagen? NO niñas? y no estoy trolleando en estas ocasión

Donde está la Psicóloga y autora del post para profundizar y darnos su punto de vista de esta interesante discusión?
u/Teru Mikami Septiembre 26, 2013, 10:30:35 PM
Gaburah... realmente me he quedado sorprendido. Quiero leer tu novela, me intrigó demasiado. Ya de todo tu texto, extraigo que el término correcto para este tipo de cosas que vienen sucediendo tristemente en nuestro país se enfoca al de "pederasta", y aunque siento algo muy romántica tu exposición sobre la "pedofilia" debo reconocer que me provocaste grandes cuestionamientos para asimilar las ideas.

Gracias.

En lo que si me puse  :pokerface: fue al tratar de digerir esto:

Citar... debería ser ilegal sostener relaciones incluso hasta los 34 años; edad en que recién cada persona es consciente de sus actos y responsable de sus acciones.

Quisiera conocer las fuentes de eso. No porque comparta el hecho de que una opinión deba sustentarse en fuentes para ser valedera (porque es una simple expresión del modo de pensar de uno y su convicción, allá quien se la invente o de verdad la quiera fundamentar), sino porque ello implicaría toda una - no niego que muy interesante - revolución jurídica. Apuesto a que esto despertará cierta inquietud de p.chan, pero bueh.

:::

Tenshu: Es uno de los logos mas conocidos de la web Stop Pedofilia (aunque voy a buscar banners contra pederestas. Me parece mas apropiado):


Esperemos que dice Rose. Este tema realmente nos caló hondo.
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