Es un tema incompleto aún, por la explicación y estudio amplio y exhaustivo que merece.

Pero al menos, servirá de prefacio, en este momento.

Mucho se ha  mencionado sobre ellos, pero más como una broma a veces. "Vives todo el tiempo conectado", "Ella publica todo lo que le pasa, hasta en el baño", "No tengo internet...¿Qué voy a hacer? Tenía que actualizar mi estado, subir fotos, etiquetar a tal y a tal....", "Estaba viendo en su perfil de èl y decía ayer que había estado con su mamá, pero cuando lo estaba esperando se conectó a eso de las cinco y luego se desconectó para volver a conectarse a las ocho para darle me gusta a una página de perritos..", "Voy a etiquetarme en todas las fotos de mis amigos, no importa si esté o no", "Como me comporto en el Facebook es más como si fuera diferente a como soy...parezco otro u otra..". "En el Facebook tengo doscientos cincuenta y dos amigos...pero en la vida "real" apenas me hablan dos de mis conocidos".  Pero, ¿Cuál es el límite entre lo que se consideraría "normal" y cuando ya es un problema psicológico, quizá camino a una "enfermedad mental"?

De ahí surge el tema.

No podemos negar la tremenda influencia que la tecnología  ha tenido en esta generación, especialmente, en donde niños nacen rodeados de celulares y creciendo con juegos en páginas web y chats para hablar con sus amigos en el colegio. De la misma forma, la tecnología es usada desde política hasta personalmente.



Esta es una serie de artículos relacionados, ya que no se podrían describir todas las implicaciones que tiene un solo artículo, no al menos de forma útil y significativa, lo que es mi objetivo.

Cómo reconocer y evitar tener alguo de estos "problemas" psicológicos? Ya los tenemos?

La investigación parte por ahí. Y en este tema, principalmente voy a referirme en los "problemas" psicológicos relacionados con el Internet; muchos de los cuales merecen una larga y profunda explicación  (que desarrollaré posteriormente, pues merece su tiempo de investigación)

Se ha bromeado al respecto. "Siempre estàs conectado al Facebook, no tienes vida social". Pero qué tan graciosa es la verdad? Cuándo se puede considerar adicción? Cuando su uso es laboral o justificado adecuadamente? O cuando el que usa la red tiene una edad en donde "sabe controlarse"?

¿Es en realidad un defecto? Se han escuchado de casos en donde se actualiza cada uno de los pasos que se da en la vida "real", igualándolos a la vida "virtual". Pero es sano cuando nos referimos a una "vida virtual"?  Incluso se ha bromeado al respecto. "No actualizo todo....algo como "estoy en el baño"", rió un artista anunciando que tenía Facebook. Y es que es algo "sano y normal" el actualizarlo absolutamente todo?

Si existen parejas de novios "virtuales" los celos "virtuales" no deberían ser sorpresa. Pero estar constantemente viendo los estados de alguien, analizando los comentarios que le hacen otras personas, las fotos que cuelga, los artículos que escribe, etc.... Es no tener límites? ¿Resulta de una mente equilibrada?

Los casos en donde actividades importantes y de recreación se han abandonado por estar en las redes sociales no son extraños. Se ven menos jóvenes en parques, lugares de paseo, y más conectados en cafés internets y en sus propios celulares, computadoras, tablets. Alguien dice que es "normal" ya que estamos en la era de la tecnología. Pero, ¿ el dormir menos por estar conectado o en línea, tener cambios en comportamiento, acciones y otros es "normal"?

Son dos tipos diferentes de identidad? Se escucha que algunas personas suelen comportarse y "ser" diferentes en las redes sociales e internet y ser personas totalmente "diferentes" en la vida "real". ¿Totalmente verdadero? ¿Totalmente falso? ¿Normal o propio de personas con otros tipos de "problemas psicológicos"?

El límite de la vivencia virtual. Se escuchaba en años ya pasados de matrimonios consolidados en base a un conocimiento por internet y aparecía como hecho "insólito", ahora suele ser frecuente, e incluso todo ha llegado más allá.  Las páginas de internet han dado la posibilidad de no solamente recrear situaciones, sino han llegado al extremo de "crear" modos de vivencia en lo virtual. Noviazgos virtuales, familia virtual, matrimonios virtuales e incluso relaciones sexuales. ¿El límite.....?
Espero mejorar el estudio, y claro...no es un tema que posiblemente termine de analizar pronto, pues merece su explicación científica,  apoyada en bibliografía y en casos anónimos parte de mi experiencia y experiencia de amigos, compañeros y colegas.

Espero les guste.