b/[·a] Lo Inexplicable publicado por u/Neko_Alex Septiembre 30, 2013, 05:04:27 PM

Cuenta la tradición que en tiempos de la Colonia el callejón Kaura Cancha (hoy calle Jaén) era un lugar tenebroso por la aparición constante de seres y fenómenos sobrenaturales (fantasmas, duendes, almas en pena).

Los visitantes respiran en este trajinado y empedrado callejón la historia de otros tiempos, se ven atrapados en sus tradiciones, en sus leyendas, entre sus fantasmas (si es de noche) y de sus cotidianas vivencias.

Durante muchos años, para la Fiesta de la Cruz, cada 3 de mayo, el crucifijo daba alcance a la procesión que llegaba hasta el Calvario que se divisa desde la calle Jaén, junto a la Virgen Dolorosa, que sale de la iglesia del Espíritu, que se encuentra sobre la calle Perú.

"Dios mío ¿es posible que un inocente sea fusilado y no haya un ser que vele por mí, has de permitir que me fusilen, y el culpable ha de quedar riéndose..."

Los vecinos, de arraigada fe católica, decidieron colocar la Cruz Verde para ahuyentar a esas criaturas de ultratumba que los atemorizaban.

Delfín Arias Vargas*


En el casco viejo de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz se encuentra una estrecha y empinada calle: la Apolinar Jaén. Cinco pequeños y sugerentes museos: uno privado, los restantes públicos o municipales, están emplazados a lo largo de la callejuela más típica de La Paz de antaño. Los visitantes respiran en este trajinado y empedrado callejón la historia de otros tiempos, se ven atrapados en sus tradiciones, en sus leyendas, entre sus fantasmas (si es de noche) y de sus cotidianas vivencias.

Al subir esta suerte de meandro urbano, en la parte más antigua de La Paz, es fácil descubrir en una de las viejas fachadas (en la esquina conformada por la Jaén y la Indaburo) una Cruz Verde. Nadie sabe a ciencia cierta desde cuándo está allí empotrada.

Cuenta la tradición que en tiempos de la Colonia, el callejón Kaura Cancha (hoy calle Jaén) era un lugar tenebroso por la aparición constante de seres y fenómenos sobrenaturales (fantasmas, duendes, almas en pena. Ruidos infernales de carruajes tirados por caballos sobresaltaban a los vecinos, moradores y a alguno que otro noctámbulo. La leyenda urbana también habla (como las abuelas) de la presencia de una viuda condenada que seducía a los hombres que se recogían borrachos, en altas horas de la noche, para llevarlos a una aventura misteriosa.

Los vecinos, de arraigada fe católica, decidieron colocar la Cruz Verde para ahuyentar a esas criaturas de ultratumba que los atemorizaban.

Debajo de la Cruz Verde se encuentra el Museo de Instrumentos Folklóricos de Bolivia (inmueble colonial que actualmente es de propiedad del maestro Ernesto Cavour, eximio intérprete del charango, fundador de un trío que conformó junto a Alfredo Domínguez, fallecido el 28 de enero de 1980 y el gringo Gilbert Favré, muerto el 12 de diciembre de 1998; y del afamado conjunto Los Jairas, conformado por él, Édgar Joffré, el gringo Favré y Julio Godoy)




SIN FECHA CONOCIDA

No se sabe la fecha exacta en la que se colocó la Cruz Verde a la entrada del antiguo callejón. Se presume que pudo haber ocurrido durante los años de la lucha por la independencia. Lo que no está en duda es que los transeúntes tienen la inequívoca sensación, cuando advierten el símbolo del cristianismo, de que aquí, en la calle Jaén, en pleno siglo XXI, el tiempo se ha detenido.

Según una investigación realizada por Kantuta Cavour, en 1998, no se conoce quién o quiénes pusieron la Cruz Verde, menos el nombre del cura que la santificó, pero sí se sabe que fue restaurada por el carpintero Nicolás Manzaneda, labor que realizó gracias a la devoción que sentía por la cruz. Muchos aseguran que el Señor de la Cruz (Cristo) es milagroso.

Durante muchos años, para la Fiesta de la Cruz, cada 3 de mayo, el crucifijo daba alcance a la procesión que llegaba hasta el Calvario que se divisa desde la calle Jaén, junto a la Virgen Dolorosa, que sale de la iglesia del Espíritu, que se encuentra sobre la calle Perú.

Esta práctica se la realizó durante muchos años, hasta que la Cruz Verde fue empotrada, luego que en cierta ocasión un hombre, cuando la Casa de la Cruz Verde era de propiedad de un señor de apellido Rojas, intentara robarla.

*Periodista


Más cruces

De esta clase de cruces había en varios lugares de la ciudad (...) La Cruz Verde tiene su milagro y les contaré:

'En una casa del barrio Hjichju Kjatu (hoy final de la calle Loayza) vivían dos familias en la habitación aparte, un hombre, de buenos antecedentes, de honorabilidad reconocida, vivía de los intereses que un pequeño capital le producía sobre prendas de joyas y chafalonías.

Una noche de Semana Santa, en la que el vecindario de La Paz concurría a las procesiones que de los templos salían, allá por los años 1830 a 1840, acompañaba con ceras encendidas, cantando muy devotamente el Dulce Jesús mío o, al pie de la cruz dolorosa, el perdón ¡oh Dios mío! El prestamista fue víctima de un robo y asesinado en su misma habitación.

En momentos en que el asesino escapaba desaforadamente, llegaba el vecino de la víctima, quien, viendo su actitud, lo detuvo, pero de un puñetazo (el asesino) lo dejó inconsciente.

Repuesto de su sueño de procesiones, trató de darse cuenta de lo sucedido y encontró en su habitación al prestamista degollado, tratando de socorrerlo, lo levantó sobre su cama y se fue a dar parte a la Policía.

La Policía detuvo al presunto asesino, que no era otro que el vecino asaltado, en cuyas ropas encontró rastros de sangre. No entendió que ello obedecía al acto de haber levantado sobre su cama al moribundo, ni a que el (verdadero) criminal, a tiempo de desasirse, también le manchó de sangre, sumándose a esto la pobreza en la que vivía.

Todo inclinó a la justicia a tenerlo como al verdadero autor del crimen, sin que el álibi le favoreciera.

El hombre culpado pertenecía a una familia muy conocida en esta ciudad, honrada, sólo con el gran defecto de ser pobre y con familia numerosa. Dicen que fue sobre la familia Palacios sobre la que cayó tal imputación.

Palacios, inocente, no pudo librarse de la telaraña judicial y, por mucho que se esforzó en demostrar su inocencia, la justicia -ciega y sorda- lo condenó a la pena de muerte. Después fue conducido al patíbulo. La cárcel entonces se encontraba en el puente de La Merced, en la calle Illimani.

Palacios fue remitido a la cárcel del puente de La Merced por la plaza de Armas y la calle Indaburo, en dirección a Caja del Agua, cargado de grillos, sostenido por mercedarios, al son de un tambor destemplado.




Hace 76 años...

Una publicación de Tribuna, del 10 de mayo de 1935, cuyo autor es Nemesio Iturri Núñez, abunda en los detalles de las tradiciones y leyendas que rodean a una de las calles. Ese documento histórico señala:

"Eso si no les puedo decir el año ni el motivo por qué está una cruz entre las calles Indaburo y Jaén, en la fachada de la vivienda de la familia Ortega. Es conocida como la Cruz Verde porque está pintada de verde. Mide de 80 a 90 cm de alto. Su INRI, en la parte superior, descansa sobre una peaña donde le ponen los devotos, los viernes, flores y le encienden velas.

Las brujas, en alguna noche de aquelarre y conjuros, juran que antes deambulaban  diablos, duendes y condenados por esos extramuros, que algunos malandrines tenían desnudada su conciencia por alguna ingrata. Otras dicen que entre esas callejuelas era el teatro de cosas pecaminosas y la inmoralidad tenía cabida. Sea alguna de éstas o alguna de ambas, el hecho es que apareció la cruz en ese lugar.

Cuentan que la cruz tenía la cabeza de Cristo crucificado: en los brazos, las manos o muñecas del mismo; y en la parte inferior los pies, con sus respectivas llagas, todo en alto relieve, faltando lo demás del cuerpo.


El milagro de la cruz

Al llegar a la esquina de la calle Jaén, levantó Palacios de súbito la vista y vio la Cruz Verde sobre él, en medio de la concurrencia que le seguía y la desesperación de salvarse de la muerte, cae de rodillas al pie de ella y exclama: "Dios mío ¿es posible que un inocente sea fusilado y no haya un ser que vele por mí, has de permitir que me fusilen, y el culpable ha de quedar riéndose; acaso no se te caerá la cara al suelo al ver a un hombre inocente como vos, infamado, deshonrado y muerto sin culpa alguna?  ¡Oh, oh Dios mío...!!" (cae exánime al suelo).

El rostro que pendía de la cruz cayó sobre el sentenciado, con gran admiración de los jueces, fiscales y de la concurrencia.

El acto era patético, sublime, de consternación..., el pueblo exclamó: ¡el hombre es inocente! Esto no bastó para que el fiscal tratara de hace cumplir con la ley.

Y, entre la lucha del pueblo con el fiscal, apareció un hombre bastante emocionado y desesperado, confesó ser el autor del asesinato de la noche del martes santo. La justicia suspendió la ejecución y después declaró a Palacios inocente, a quien lo indemnizó con creces las penalidades por el verdadero criminal.

¡Ah! La justicia y las apariencias del crimen. ¡Ah! Los fiscales de sangre, tan crueles, que parece que se gozaran con la desgracia de un criminal; me hace recuerdo a aquel que hizo fusilar a otro inocente hace siete años después de martirizarlo encerrándolo en una celda de la muerte, con un exhibicionismo del que se ufanaba, como si hiciera una proeza nunca antes vista. Así son los mortales'".

Inicia sesión o crea una cuenta para dejar un comentario
u/Ignis Octubre 02, 2013, 05:46:16 AM
Joo... un montón de compañeros de clase de mi colegio vivían ahí... así que durante gran parte de mi niñez ésas historias fueron casi hechos comprobados para mí. Porqué tiene que ser tan vacío? Y ésas angostas calles como trampas de oso, por Zeus...
No sabía que ésa cruz en específico tenía tanta historia. Gracias por la info... creo...
-noo-
u/ramittah Diciembre 27, 2013, 06:34:07 AM
Yo si creo en fantasmas y demas apariciones, pero en la calle jaen no pasa nada, pues bueno , solo pase una vez de madrugada con dos amigos intencionalmente en busca de hechos sobrenaturales, veniamos con algunas copas encima y empezamos a deambular por las callejuelas... y Nada, el mas osado de mis amigos lanzo piedritas a la cruz, blafemo, grito, y nada... y eso que se dice que hay alguien que carga alos borrachines,,, uyyy escribiendo esto se me abrio la tripa... alguien quiere un fernet???? jejejeje
u/p-chan Diciembre 27, 2013, 01:28:57 PM
Venga el fernet (es más, comienzo yo pues tengo uno en la oficina y estamos a fin de gestión  :foreveralone: )

La calle Jaen tiene magia por sí sola, es un lugar para encantarse y desencantarse a la vez. Puede ser que habitaron infinidad de almas tiempo atrás pero, como están las cosas hoy en día, es probable que el ruido de la modernidad las haya espantado, pues esa calle guarda de antiguo sólo las piedras de los edificios y los restos de antiguas momias y sus corcovecos bien resguardados por cámaras de seguridad en bóvedas de acero.

Como dato extra, antiguamente esa calle formaba parte de la k'aura cancha (como bien dijo Neko, en el tema principal), que literalmente significa "mercado de llamas". Era un lugar donde se comerciaba a éstos animales y sus derivados (lanas, pieles, carnes). El nombre de "Calle Jaen", lo adquiere como homenaje al Protomartir de la Independencia Boliviana Dn. Apolinar Jaen, orureño que a sus treinta años va a radicar a Coroico, dedicándose al comercio de la coca, allí conoció a Dn. Pedro Domingo Murillo, compartiendo sus ideas revolucionarias.
u/ramittah Diciembre 28, 2013, 02:37:56 PM
Pues me parecen muy interesantes tus datos... aunque no me imagino donde exactamente estaba ubicado el mercado de llamas!!! jejejeje
Y lo del fernet, quedemos bien, ya que puede ser tu bienvenida a la facu...!!!
Start a Discussion

b/[·a] Lo Inexplicable

El mundo de lo desconocido, lo paranormal y lo apasionante de las situaciones extra

154
Temas
Explore Board