Lagañas de perro... En Santa Cruz de antaño existía esa idea/leyenda, que al ponerte lagañas de perro en tus ojos, podrías ver como ellos ven y alcanzar a percibir las almas de los difuntos.

La historia que me contaron cuando tenía como 6 años iba más o menos así:

"Un muchacho de quince, vivía en una casa sobre la Arenales, llegando al primer anillo, camino al cementerio. Un día entre juego y juego se puso las lagañas de su perro, desafiando la advertencia de su abuela.

En ese momento no vio nada raro, un momento después vio pasar por la puerta de su casa lo que parecía ser una procesión o un cortejo fúnebre, como no se enteró de ninguna muerte reciente, salió de inmediato para preguntar quién era el finado. Todos llevaban sombrero y las mujeres velo, como ya era el atardecer, no alcanzó a ver bien los rostros, se acercó alguien a su casa y le entregó un paquete, le dijo: Hijo, cuídame éstos cirios para más tarde, saliendo del cementerio los paso a recoger. Cuando vio bien el rostro de la mujer a través del velo, notó que era una calavera. Él entró corriendo a su cuarto cargando con el paquete. Al abrirlo, no eran velas sino huesos.

El muchacho se fue de Santa Cruz gritando como loco y nadie supo de nuevo de él.
"

No recuerdo a detalle la historia, pero, como dije, iba más o menos de la forma que se las transmito.